sábado, 4 de octubre de 2025

Cuando esto escribo (el 21 de setiembre de 2025)

 Estamos al borde de otro viaje a Francia. Da miedo, todos los viajes nos dan miedo, es como el cáliz de aparta de mí este cáliz, aunque sé que todos me envidiáis sana o enfermamente. Mi padre, que fue un niño pobre de posguerra y muy conservador, decía de los riesgos antieconómicos galanterías solo p'a hacer huellas en el camino esto último lo decía para los empeños inútiles.

Solo me siento pleno viajando. Cada tiempo que estoy en casa está orientado al próximo viaje y (creo que se nota) los disfrutamos "a rabiar". Lo que más temo es un accidente de coche: el cansancio y el dormir mal. 

No me da miedo que nos robaran o nos vandalizaran el coche: está amortizado. Nunca me han robado nada.

Luego están todas las disensiones con mi mujer. Ya nos conocemos y sabemos que tiraremos hacia adelante, y también sabemos que tendremos alguna gorda.

Además me he comprado un teléfono móvil para hacer fotos y de momento (tengo que ir a la tienda a ver qué solución me dan) no soy capaz de descargar las tomas en el ordenador como he hecho siempre con los de mi mujer sin problemas.

Luego está el huerto: me llevo en el maletero cajas de fruta y de tomates, alguna tortilla de patata y calabacines rebozados en casa para los primeros días, para lo que tendré que pasar varias horas de la tarde anterior en la cocina. Los tomates duran muchísimo y con pan francés me gustan tanto como con el español. Pero aquí, en la encimera de casa, y en el huerto quedarán muchas hortalizas que se estropearán.

                                          estado actual de la encimera de nuestra cocina


De cualquier manera a estas fechas estoy ahíto de hortalizas, no sé cuántos tomates me como al cabo del día-, y, en todo lo que puedo, introduzco calabacines.

Luego está la noche de antes, que suele ser de las peores dormidas del año (y tengo muchísimas al cabo) y LA SALIDA, esos momentos de cargar el coche y querer haber andado ya unas decenas de kilómetros por la satisfacción de ver amanecer con ventaja, pero que mi mujer revisa y re-revisa y nunca salimos cuando yo quiero, (más bien una hora más tarde).

Pues eso, que cada vez se nos hace más cuesta arriba.

(Estimo que actualmente nos obligamos a viajar porque sabemos que algún día no tendremos fuerzas para hacerlo) 


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