Sádaba, que atravesamos camino de Sos.

 

Y con el sol cayéndose por el oeste, con lo cual se incrementa la incertidumbre de si encontraríamos alojamiento en Sos aquel jueves. Pero de colores subidos que vuestros ojos agradecerán.

Los pueblos de buena economía agrícola, minera, ganadera o forestal, tienen desde hace siglos casas con buena hechura que resisten los tiempos; otras localidades más pobres eran de adobes, con casas de modesta factura, escasamente conservan la iglesia como edificio centenario porque las casas de la gente las han tirado para hacer otras modernas. Un país tan rico como Francia tiene miles de Sádabas, con casas muy orgullosas y bien mantenidas y lustrosas. En España no hay tantos; la inmensa mayoría de las viviendas de los pueblos de España tienen menos años que yo, y además su gusto y armonía son más que dudosos. Pero estas Cinco villas son famosas porque valieron y valen la pena. Algún día pararemos más.