El Quijote está dedicado al duque de Béjar, que también era marqués de Gibraleón y por eso debíamos parar aquí.
Ahí está la dedicatoria, en la plaza mayor de este gran pueblo que seguramente será una "ciudad dormitorio" de Huelva y que encontramos con inusitada animación porque era festivo en la cercana capital y aquí laborable -y además con mercadillo- con lo que la gente andaba para comprar, y para encontrarse también.En una plaza nos encontramos esta cruz con su orla. Estoy casi seguro de que era la "cruz de los caídos" una de tantas que mandó poner Franco en todas las localidades tras su victoria. En mi propio pueblo, que tiene decenas por todas partes, también ordenaron una nueva, en una plaza que ya tenía cruz.
Podía haber en ésta nombres de caídos en el bando nacional, siempre encabezados por Jose Antonio Primo de Rivera, ¡qué paliza!
La plaza muestra orgullosa como en tiempos Huelva capital dependía de Gibraleón
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