anochecía en un muelle de la ría del Odiel, pero al otro lado hay una verja cuya sombra se proyecta en esta foto.
Y al otro lado de la verja se preparaba una verbena. En tiempos la gente bailaba; ahora como mucho saltan, pero eso sí, la mayoría beben y beben, los que tienen dinero despreocupado de los grandes vasos de plástico que venden las barras oficiales, y las pandillas de jóvenes del contenido que acarrean en bolsas de los supermercados. Esto lo vimos en abundancia cuando volvimos. Hubo mucha gente pero se nos olvidó fotografiarlos.
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