lunes, 29 de septiembre de 2025

Puntos limpios y escombreras

O un "toque" definitivo al consumismo. En Béjar hay un problema gordo porque el lugar del punto limpio está requetesaturado, y las cosas que reciben parece que no se reciclan, (deberíamos favorecer, e incluso subvencionar, a las empresas que reciclen frigoríficos muebles colchones...)

La gente consume y reemplaza lo que le da la gana, porque cree que es gratis que desaparezcan las cosas útiles que no nos gustan. Parece que si uno compra una casa nueva ha de tirar todos los muebles, y además algunos tabiques para replantear una nueva obra, con lo que un montón de escombros se crean, y no se destruyen ni se transforman. Sé que solo una persona sin glamour como yo puede postular que deberíamos conformarnos con los muebles que hay y con las obras que están a no ser que se estén cayendo a cachos o sean estrictamente necesarias.

Yo no los veo, pero hay programas de televisión que van de reformas de casas. Deberían estar prohibidos; lo digo en serio.



¿Terminaremos exportando muebles viejos y escombros a los países en desarrollo, a los más pobres, a esos mismos que reciben nuestra basura electrónica?

¿Por qué siempre arden las empresas de reciclaje especialmente las que almacenan ruedas de vehículos?

Deberían ser obligatorios un par de recauchutados por rueda. Antes se hacía por pobreza, pero hoy debería hacerse por necesidad.

El planeta no aguanta.

No debemos cerrar los ojos ante nada, pero, personalmente, como sociedad lo hacemos ante todo. Consumir menos, reutilizar más: andar por el mundo "ligeros de equipaje" como decía el poeta. 

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