domingo, 14 de septiembre de 2025

Me muero de envidia

Como ayer a las 23,15 he escuchado muchas veces por la radio la última noche de los PROMS de Londres y todas se me saltan las lágrimas con ese himno que interpreta la orquesta el coro y todo el público. Nunca me emociono, (más bien me aburre) con la Marcha Radezky todos los primeros de enero.

Me gustan y envidio las rancias tradiciones nocturnas, el orgullo de entonar cánticos heroicos hermosos y raciales. Nosotros hemos perdido decenas de batallas, y ellos han ganado casi todas las guerras. Pero en la de los cánticos nos siguen arrasando.

Este año han repetido el himno de Pompa y Circunstancia de Elgar. Me gustaría ser inglés y cantarlo allí algunos minutos de mi vida. No será posible. Porque no sé inglés, ni soy más que español (por otro lado encantado de serlo) y supongo que conseguir una entrada para esta ceremonia será carísimo.

No recordaba pero después han cantado oh Jerusalem de otro autor y el himno británico arreglado por Benjamin Britten, que no recordaba de otras veces pero también me ha gustado mucho ésta.

Después han cantado esa canción que los anglosajones cantan el día de fin de año, y que la recuerdo en la película El Apartamento con la encantadora Sirley McClaine con un gorrito.

Pues eso: que gusto de castigarme el corazón y echo de menos al locutor José Luis Pérez de Arteaga.

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