Nada sabía yo de este lugar salvo los ecos que quedaban de este romance ronroneando desde mi niñez. Estos azulejos están en una casa del pueblo y refrendaron la insoslayable visita.
porque es un sitio al que hay que ir, y hemos repetido visita hace unos pocos días para tener tiempo de bajar y recorrerlo
Aunque resultó menos amable que lo que prometía su primavera.
Estas aguas, difíciles de ver, que labraron y siguen horadando el tajo también son, un poco más adelante, un balneario secular o milenario.
Seguiremos contando la belleza de este pueblo.
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