Si algún día estáis por Granada y se os aparece este impresionante edificio:
Espectacular es un adjetivo que oigo últimamente mucho, dedicado a los platos de cocina. Aquí estaría empleado con propiedad. Uno se queda anonadado al entrar en un templo así. Cuesta seis euros, y no había gente rezando como en los que se entra gratis, pero el sentimiento religioso del amor al arte nos tenía a todos en un silencio sobrecogido. Hice más fotos de la cuenta, una ansia casi enfermiza de que no se fuera a quedar nada allí sin que yo me lo llevara, por si acaso, por si acaso, por si acaso.
Algún día dije que todas las iglesias de Granada eran superlativamente artísticas y quizá sea para emular el magnífico arte nazarí que seguramente vieron todos los arquitectos y pintores. También la vega de Granada es un lugar ubérrimo y sus frutos han dado para contratar y pagar a estos artistas y artesanos, sean moros o cristianos.
alabado sea el alabastro
Creo que por ahí arriba, en el curvo techo, andan Homero y Escipión, por no olvidarse de nadie en el propósito de ilustrar de la iglesia a sus feligreses.
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