Dicen algunos estudiosos que Don Juan era homosexual, que su mayor placer no era conquistar ni hacer gozar a las mujeres, sino contárselo a los hombres. Lo más divertido de la obra son las cuentas con Luis Mejía. He escuchado en "petit comité" narraciones de algunos donjuanes adolescentes, con gran envidia por no poder decir yo ninguna.
También cuentan la anécdota de uno de los mayores donjuanes de España, que tiene el colofón de salir en la canción De purísima y oro de Joaquín Sabina cuando dice:
las americanas, para Luis Miguel
Resulta que una buena noche Luis Miguel Dominguín se acostó por primera vez con Ava Gardner, y al despertar se levantó y se vistió apresuradamente para salir a la calle.
La actriz le dijo entonces ¿Qué te ocurre, por qué te vas así? y el contestó:
"A contarlo, que esto es muy grande"
El mayor sueño de todos los ligones es contárselo a un grupo cuanto mayor de hombres. Ayer el impresentable Luis Rubiales contó garbosamente a la concurrencia de futbolistas federativos, esa supuesta secuencia de:
-¿Un piquito?
-Vale.
Ningún orgasmo mayor que contar con el asentimiento de la manada de federativos, ninguna imagen más remuneradora del ego que ver desde la tribuna como los futboleros se daban codazos de complicidad como diciendo este tio... cómo los tiene, a la vez que aplaudían refrendando el relato.
Yo creo que es falso, como otras supuestas declarciones que la federación le ha imputado a la chica; pero las palabras grabadas quedan.
Nunca nadie cayó tan alto, lo peor del más rancio machismo tuvo resonancia nacional y eco mundial, y este hombre gozó por unos segundos el aplauso de la testosterona y la envidia de los que no se atreven o no consiguen exhibir esos trofeos de caza.
¡Órdago!
El órdago se lo aceptamos y ahora se mostrarán las cartas. Acabará mal o peor, si no, al tiempo. La opinión pública mundial le contratacará, con toda la saña de los editoriales, los comentarios de decenas de tertulianos y tertulianas, los populares "memes"y hasta este y los anteriores artículos. La presión de todo ese peso sobre él, su familia y conocidos, singularmente sus hijas, será insoportable.
¡Pobrecillas!
Porque la bola se hará enorme, se escrutará su vida pasada, sus ligues, sus exnovias, la vida de sus padres (por cierlo el padre fue alcalde socialista de Motril) La máquina de picar carne que son las tertulias deportivas y del corazón de España será implacable.
Casi me empieza a dar pena este fantasma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario