lunes, 9 de septiembre de 2013

¿A QUÉ ESPERAMOS?


MANIFESTÉMOSNOS YA CONTRA EL EL BOMBARDEO A SIRIA.

Interrumpo la narración de mis impresiones gallegas por este asunto urgente. Desde el pasado fin de semana están haciendo circular un video muy malo, una perfromance bastante barata, que, al parecer, ha difundido una senadora norteamericana y, supuestamente, ha “autenticado” la CIA.
Los de la CIA no pueden ser tan tontos como para creerse esto. Lo que sucede es que, en la era de las pantallas, a los espíritus humildes y acríticos que moran en nuestro mundo les hace falta una imagen para que se terminen de creer algunas cosas. Las imágenes, para nada improvisadas, tienen la supuesta falta de calidad de la urgencia, pero esa falta es deliberada: así se ocultan mejor los fallos de interpretación. Yo afirmo que este video no sólo no es el del supuesto ataque con armas químicas de Damasco, sino que además ha sido grabado en alguna escuela de arte dramático de Estados Unidos.

Pero primero voy a reconocer mi total desconocimiento de cómo actúan las armas químicas: sólo tengo como referencia los efectos de espolvorear un insecticida de aerosol, y todos tenemos -en el oído sobre todo- el ruidillo del aleteo de las moscas boca arriba y alas abajo, con sus escandalosos movimientos circulares. En el video nos dan una ración de espasmos mortuorios con el mismo movimiento que realizan al menos un par de actores, uno de ellos con barba dispersa, como muy típica de joven musulmán.
Así todos los espíritus cándidos del mundo identificarán con lo que conocemos como muerte química. Si lo hubieran sonorizado estoy seguro de que haría brrrrrrrrrrrr.
Yo creo que si uno muere de esa manera se desencajará mucho más de lo que hemos visto y reflejará esa tensión en los rostros, aparte de que estoy seguro de que también habrá muchos vómitos.
Making OFF o Cómo se pudo hacer si se hubiera hecho en Damasco.-
Si hubiera sido realidad: supongamos que aviones tiran bombas en unos edificios de los suburbios de la capital siria y de ellos sale un extraño humo, que seguramente huele mucho: creo que lo llaman gas pimienta o gas mostaza. Es posible que alguna gente corra a refugiarse en los sótanos y empiecen a morir fruto de una asfixia. Pero la mayoría, los que pueden, huyen a la calle, lo más lejos posible, con un trapo o una ropa en la nariz, buscando aire puro.
Supongamos que estos muertos que nos han presentado se quedaron en casa o estaban dormidos. ¿Cómo y para qué han sido llevados al local de filmación todos juntos? ¿Quienes, sin unas especiales mascarillas -no sé si los rebeldes las tienen a mano- se habrían atrevido a entrar mientras durara el olor dentro de unas casas, que seguro que todavía estaban sin airear, para recoger cincuenta o setenta cadáveres recientes?
Serán, la mayoría, amigos o familiares y buenos vecinos, y lo harán para salvar vidas. Pero qué lógica tiene encontrar a al alguien vivo y no llevarlo a un médico o a un hospital, sino a una morgue para que haga la mosca en el suelo y lo filmen. Ante una masacre, una tragedia como esta, ningún vecino se juega la vida para rescatar otro y después es tan inhumano como para llevarle a que se muera frente a las cámaras: no sé si su conciencia, pero la familia del muerto no se lo perdonaría en la vida.

 Yo no creo en estos muertos filmados como tampoco creí en el, (inoportuno para Assad oportunísimo para Obama) bombardeo, con estas armas especialmente viles. Hay que ser “mu tonto” para dar un pretexto de esta categoría, además, sin ninguna necesidad, ya que estaba ganando la guerra.

Pero daré el argumento definitivo para demostrar nuestra incredulidad y, de paso, voy a aclarar por qué defiendo que necesariamente ha sido grabado en Estados Unidos.

En el muestreo que hacen de los cadáveres, unos treinta o cuarenta la mayoría jóvenes falta el principal  detalle de credibilidad: no se ve ninguna camiseta de Messi o de Neymar. Eso es la prueba definitiva de que ha sido grabado en Estados Unidos  donde el fútbol es, a diferencia del resto del mundo un deporte minoritario, por lo que, al no verlas constantemente, no se  han dado cuenta de lo representativo de este detalle en la población, especialmente del tercer mundo.

Cualquiera que haya viajado lo sabe, y yo, que he mirado muchas imágenes callejeras de las primaveras árabes, si no haced la prueba, siempre se ven entre los participantes camisetas de equipos de fútbol europeos, y en esos tumultos de la calle, no sólo estaba la casi siempre de Messi, también he visto camisetas de Iniesta, Xavi y hasta de Sergio Ramos. A no ser que Siria sea una excepción igual a Estados Unidos, no es posible hacer un muestreo de 40 jóvenes en el que no aparezca este elemento, luego la grabación es falsa de toda falsedad.
***
Todo es un tosco pretexto para que Estados Unidos dé un empujón militar a los rebeldes que, o bien cambie el régimen, o bien debilite y desactive mucho más a Assad.
Fuera de lo que es el tablero de ajedrez de la dominación internacional, me da la impresión de que Obama no quiere pasar a la historia como “el negrito blandito”. Su falta de testosterona militar perjudicaría no sólo a su sucesor  en la candidatura demócrata, sino a otro eventual “afroamericano” que pudiera postularse en el futuro.

Lo terrible es que los estadounidenses, aun los demócratas, parece que siempre van a preferir el modelo de  americano de John Wayne, con su dialéctica matona de los puños y las pistolas, frente al no menos norteamericano Jack Lemmon, dubitativo  inteligente y humano,  que  preferiríamos otros.

Y ahora ya, completamente en serio, quiero convocar a los convocantes de manifestaciones para que empiecen ya la tarea, porque si la CIA el Pentágono y los otros centros de poder y manipulación, se han molestado en hacer esta pantomima es que tienen muy decidido eso de tirar las bombas.

                                                    ¡NO A LA GUERRA!



PD. Luego dirán, -cuando se descubra inequívocamente la farsa- que todo el mundo vio claro que habían gaseado a su gente y que comprendimos que era un justo bombardeo. Como la invasión de Irak.






No hay comentarios:

Publicar un comentario