Ahora ha sido Lula, que iba a sacar más del 50% de los votos en la primera vuelta de las elecciones brasileñas. Eso escribía estos días El País, y eso alentaba Radio Nacional a medio día de ayer.
También he leído que en algún lugar de Madrid pudieron votar 20.000 brasileños ¿era a ellos a quienes querían manipular? ¿o era a nosotros?
Lo bueno de las manipulaciones es que se desmienten con datos. Esta mañana me di una vuelta radiofónica sabiendo lo que iba a decir o subrayar cada emisora una vez que supe los datos Lula 48% Bolsonaro 43%. Cada emisora daba gusto a sus teóricos seguidores sin saber que yo estaba moviendo el dial. Creo que lo habré escrito más de dos veces por aquí: parece que el público quiere las noticias condimentadas y cocinadas a su gusto, (precocinadas también). No queremos saber, ni ponernos en la piel del otro, que son los malos: los nuestros son los buenos.
Quiero que no se deforeste más la Amazonía porque me gusta respirar; quiero que no haya crímenes ni que las armas les faciliten a los violentos matar; quiero que haya educación y desarrollo, y que no haya corrupción. No sé quién dará esto, me temo que ninguno, en cualquier caso que lo decidan los brasileños.
Por mi parte cada vez miro más al trasluz la poca "información" que consumo, intentando que no me cuelen falsa moneda.
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