Viajar por Andalucía es ver olivos y oler casi constantemente fermento de su fruto que se llama alpechín; para nosotros que somos del norte es un perfume, y probablemente los andaluces ni lo notan. Los olivos están omnipresentes en gran parte de la región y además el suelo de la tierra donde crecen los suele ser blanco, blanco de yeso. Así la bandera de andalucía y la camiseta del Betis balompié son franjas verdes y blancas como muchísimos olivares.
Pero el yeso es un material de construcción con el que se puede hacer arte. No lo hemos visto mejor que en la sacristía de la iglesia de La Asunción de Santa María de Priego de Córdoba. Y solo cuesta dos euros entrar.
El tabernáculo que es este conjunto escultórico de abajo es de comienzos del Siglo XX
Este es un san Rafael. Y yo tenía entendido que no había santo con ese nombre, sino que es un angel, un arcángel mejor dicho, pregunté al taquillero me dijo que así es pero a éste le faltan las alas, y sí, que efectivamente era un ángel, no un santo que viviera en la tierra. En cualquier caso no discutiremos aquí sobre el sexo de los ángeles, pero éste está en este cielo que no me canso de mostraros, ahora con las fotos de la cámara de mi mujer.
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