Es una calle serpenteante porque se trazó sin violentar el cauce del ríachuelo que antes debió correr por aquí, de peligroso pavimento por demasiado liso, pero toda ella refulgente, lujosa. Nosotros la remontamos y llegamos hasta donde estaba una de las afloraciones del ya absolutamente domesticado río que existiera el cual supongo que surte las obligaciones hídricas de la ciudad.
Si mal no recuerdo esta casa de puerta abierta es la del museo de Niceto Alcalá Zamora, que está en la calle de cuyas curvas disfruta el motorista.
Esta estatua es del escultor salmantino Venancio Blanco, el edificio es también escuela de música.edificio señorial con su balcón a dos calles
El serpentear desemboca en una fuente de más de 100 caños pero que ahora por la sequía no puede surtir más que cuatro o cinco testimoniales.
Y algo de sonido caía; todo en funcionamiento será un placer sinfónico
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