Por diferentes razones hemos viajado poco este año. Queríamos aprovechar el veranillo de San Miguel para resarcirnos, ahora que podemos. Pusieron por la tele unas imágenes de Zafra y ese era el objetivo (aunque también devolver unos aparatos electrónicos de "ruter" ya que nos hemos cambiado de compañía telefónica y no hay donde hacerlo en Béjar).
Resultó que en Almendralejo nos dijeron que Zafra estaría abarrotada por la feria internacional del ganado, entonces pensamos que tendríamos que cambiar los planes, y de momento, decidimos entrar a conocer Villafranca de los Barros, que siempre nos ha quedado a un lado al bajar a Andalucía.
Y comenzamos a patearla. Vimos la plaza de abastos, decrépita como la mayoría, por las nuevas costumbres comerciales, y algo de arquitectura llamativa de azulejos.
Y acababa de terminar, y se preparaban unas sillas y unos atriles para recibir a los novios con música.
Todo el mundo había salido y los esperaban. Los novios se detuvieron un minuto, y yo robé esta foto, y después me salí por una puerta lateral, para ver cómo iba a ser la salida.
y lo que vino después: algo que me hizo saltar las lágrimas y que presenciaréis mañana en esta pantalla. No os perdáis el espectáculo.
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