domingo, 20 de noviembre de 2022

Utilizar el Boe.

Creo que hace muy pocos días se publicó que la Estación de Atocha se llamará Estación de Atocha Almudena Grandes.

Yo no leeré más a Almudena Grandes, hace tiempo me compré y  empecé a leerme Atlas de Geografía Humana, me aburrió y lo dejé a la mitad. Es por eso que no la leeré. Supongo que hay gente a quien le gusta, pero objetivamente -que yo sepa- no tiene premios, salvo el premio de literatura erótica "la Sonrisa Vertical"; ni Cervantes, ni Principe de Asturias, ni Nobel. Era una escritora señaladamente de izquierdas, eso sí.

Lo primero es decir que donde hay un nombre claro, bonito, aceptado, castizo, como Plaza Mayor, Puerta del Sol, Museo del Prado, Aeropuerto de Barajas... no hay que ponerle ningún santo encima como se hizo con muchas torres de iglesias en un tiempo, colocando encima una estatua blanca del Sagrado Corazón de Jesús. No es práctico y es para mí, antiestético, aparte de una imposición no consensuada, ni con consenso social. Lo de Adolfo Suárez al aeropuerto es otro cantazo.


Por lo menos a partir de ahora los "atentados de Atocha" deberán ser los atentados de Atocha Almudena Grandes. La harán el favor de aparecer en el atentado más terrible de la historia de Europa.


Recientemente murió Javier Marías que también escribió bastante de Madrid. Pero mucho antes murieron Lope de Vega, Calderón de la Barca, Vélez de Guevara, Benito Pérez Galdós, Pío Baroja, Ramón Gómez de la Serna, Francisco Umbral, Camilo José Cela, otros que ahora no se me vienen y muchos que no sé. Madrid ha tenido quien le escriba con mucho amor y extraordinaria calidad.

Pero a Almudena Grandes le tocó la suerte de que el actual gobierno de España, por ser titular de la Renfe, imponga a la ciudad de Madrid y a sus visitantes, su nombre.

De todos modos creo que en otros tiempos para denominar a la Gran Vía tampoco tuvo éxito el que la placa dijera Avenida Jose Antonio.


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