No sé si se usa ya mucho esta palabra, es un apócope de canguelo: es la situación moral del miedo cerval, o de tener "la caca al culo", o un "acojone" que casi estrangula la tráquea.
Así responde el gobierno regional de la coalición PP-Ciudadanos, ante los rebrotes que se producen en otros lugares tan lejanos como el Centro-Este de Aragón, Cataluña, Lugo o Guipúzcoa. Fuimos los últimos en salir del todo y ahora nos apuntamos de los primeros al cerrojazo de tener que llevar la mascarilla en todo momento (aunque estemos en la España vacía).
No faltarán los policías tocahuevos que multen a una persona que va sin mascarilla por una acera solitaria.
La noticia en mi zona es que, a pesar de las pruebas realizadas, no hay nuevos contagios registrados en los últimos 10 días.
Pero nuestras autoridades no quieren ser menos, les puede la responsabilidad: somos dóciles y sumisos.
Recuerdo cuando me saqué el permiso de conducir. Hubo un momento en que tuve que ir solo, invadir el carril izquierdo para adelantar, entrar en una ciudad desconocida, incluso penetrar en el "infernal" tráfico de Madrid.
Hay que tener valor; si, conocer los peligros y tomar las medidas, pero hay que tener valor. Los padres no deberíamos permitir nunca que nuestros hijos salieran de noche, durmieran fuera de casa o bebieran, ¿verdad?
Hay padres que lo intentan y puede que algunos lo consigan, pero la factura que paguen será que sus hijos vayan con el paso cambiado y quieran hacer a los 35 lo que no les dejaron hacer a los 20.
No me quiero desviar. Los españoles somos responsables, hemos recibido una lección, no está de menos recordarlo, pero no a todas horas; luego hay que permitir vivir aunque siempre exista un margen para la muerte.
El canguis no es la solución. Ni el seguidismo porque sí.
PD Y va a seguir habiendo contagios, sobre todo entre los adolescentes; y muertos de rebote, pero recordemos que hace un par de meses se nos morían mil personas al día.
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