miércoles, 18 de septiembre de 2019

Vannes

Una ciudad no demasiado conocida del sur de la Bretaña francesa. Recalamos en ella por la proximidad a los famosos alineamientos megalíticos de Carnac, pero ella sola, como tantas otras ciudades de Francia,  lo vale. No tenemos noches suficientes en un año para estar en tantos sitios.

Este es su ayuntamiento (Hotel de la Ville) todo lo francés que se pueda ser. Nunca hay que dejar de ver los Hoteles de la Ville, ni las Precepturas de cada ciudad. Grandeza, gusto, elegancia, eso es en lo que nunca falla Francia.

tampoco hay que dejar de ver los recuerdos que brindan los franceses a sus caídos en la primera guerra mundial. Éste lo encontramos dentro de la catedral de Vannes, (nosotros la tuvimos por tal, aunque ahí a la izquierda pone Parroquia de San Pierre)

 El templo de que hablamos tiene piedra, enormes cuadros de gran valor y tapices sobre el coro.


El ayuntamiento; de día se ve todavía más francés

pero Vannes es un lugar de cuento: solo habría que retirar esa grúa y los coches para sentirse dentro de uno.
  donde haya cinco franceses debe haber tres jardineros
y seis ciclistas.
Las mujeres montan en bicicleta con indumentarias de lo más inapropiadas, algunas con vestidos y minifaldas que sería indiscreto fotografiar, poro todo lo que muestran.
saldremos de Vannes por esta puerta de cuento.

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