viernes, 27 de septiembre de 2019

Mont Sant Michel

nadie vive allí más que del turismo



La verdad es que las cosas famosas lo suelen ser con una buena razón. Este es un lugar espectacular que rebosa de turismo masivo, nadie que se acerque dejará de autorretratarse delante de esa famosa abadía.


Yo la vi por primera vez desde el cementerio alemán. Desde entonces se hizo onmipresentre en el paisaje, y es que juega con la ventaja del mar llano, que la resalta, circunda y alisa de cualquier competencia vegetal o mineral que pudiera surgir.
No es posible ir más que en carro de caballos o en autobús, ya que los coches han de aparcar (aparcamiento= 14 euros) a tres kilómetros de la abadía. El acercarse a aquel hormiguero andando como hacemos la mayoría nos convierte a todos en referencia de lejanía y prueba de grandeza y majestuosidad del sitio.


Pero es un placer in desenvolviendo poco a poco el regalo de la vista. Dicen que Felipe II dijo al ver la cúpula central de la catedral de Burgos algo así que <<como joya que era debería estar tapada en un cofre para que no la vieran los ojos de ordinario>>. Llegar, ir llegando, a Mont Sant Michel  y ver como se engrandece y se concretiza paso a paso también resulta así como el bolero de Ravel que comienza con poquitos instrumentos y se va haciendo imponente, monumental.




Aquí nos daremos cuenta de lo grande que es: comparando las dos personas que caminan por la arena con lo que de lejos parecía una "murallita"
Según nos acercamos somos como termitas individuales, lo digo por la forma del monumento, (yo solo he tratado hormigas)  pero al llegar nos damos cuenta que aquello es un hormiguero. Un termitero de nacionalidades, acentos, razas y hasta turistas caninos.
el sino de los tiempos

Perros turistas tratados como niños, la primera vez en mi vida que vi esto: tenía que ser en Mont Sant Michel

Después de pagar 14 euros por el aparcamiento, ¿cómo íbamos a dejar de pagar 10 euros cada uno por entrar en la abadía?
La verdad es que está un poco vacía, pero es un recinto muy laberíntico, a veces tétrico, a veces estrecho, con muchas escaleras que llevan a sitios no visitables. A mí me dio por pensar en la novela del Nombre de la Rosa, estoy convencido de que Umberto Eco estuvo aquí antes de escribirla. Al ser un lugar aislado y con estas condiciones es ideal para investigar un asesinato de la literatura policíaca clásica.


desde arriba vuelves a pensar en hormigas


y en una excursión de hormigas adolescentes que con sus pies dibujaron ese "original" grafiti en la playa, a sabiendas de que arriba muchos lo veríamos, y lo fotografiaríamos y lo publicaríamos: también es el sino de los tiempos.

Me gustó mucho Mont Sant Michel y reconozco que es injusto que yo acabe con una foto como esta última, vale la pena llegar hasta tan arriba por verlo a pesar de la masificación. Supongo que la gente que fuera a los conciertos de los Beatles también sentiría exceso de presencia humana, pero es justo lo que tiene que ser.


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