La
primera vez que transité desde el pueblo de Lagunilla hacia Montemayor del Río
me encontré con este paisaje, pero no llevaba la cámara en el coche. Ayer no se me olvidó. Ambos son
dos pueblos a mi cargo y espero que durante mis trabajos tenga ocasión de fotografiarlos en invierno y primavera, aunque, sobre todo, en otoño, además de que me gustaría
tener que hacer algún viaje por la tarde para no tener el sol tan de frente. (La
vista general se me ha polarizado un poco y se me ha colado un globo).
Me remonta a la época de los cuentos, bosques donde me perdí
con Pulgarcito, la Bella Durmiente o Hansel y
Gretel, y luego con Robin Hood y El Capitán Trueno. Y todo esto lo he retratado porque parece mentira en el siglo XXI, el
19 de agosto (77 años después del asesinato de Lorca).
Montemayor
del Río que es el pueblo donde se asienta ese castillo, tuvo en su día un señorío
y yo ejerzo mis funciones en varios pueblos “de Montemayor”.
En
Horcajo de Montemayor una amable señora me permitió hacerle estos retratos.
(PD. Hacía calor. Dejo
para otro día escribir sobre las matanzas egipcias)
Vas extendiendo tus dominios entre bosques de cuento. Me alegro.
ResponderEliminarConozco la zona y es espectacular.
ResponderEliminarBonitas fotos. ¿Qué cámara usas?
Por cierto, ¿también llevas Navacarros?
Un saludo.