miércoles, 28 de junio de 2023

Banderas y banderías

Una bandera es un lienzo para llamar la atención sobre quienes son los nuestros en una batalla. También ha servido tradicionalmente en el mar para lo mismo; distinguir amigos de enemigos. Creo que la bandera española, que es heredera de la cuatribarrada aragonesa, la eligió un rey porque se distinguía muy bien a lo lejos.

Las banderas distinguen, señalan la grey. Yo soy individualista, no me envuelvo en ninguna bandera y voy a pecho descubierto pensando por mí mismo, no lo que piensa un rebaño por mí. Por respeto a algunos amigos y a mi padre siento simpatía por el Atlético de Madrid, pero cuando juega mal lo reconozco y cuando le favorecen los árbitros, también. Nunca he tenido ni siquiera esta bandera.

En este mundo no hay mayor pecado que el de no seguir al abanderado, 

a la gente no gusta que, uno tenga su propia fe

Esta es la versión de Javier Krahe de la canción "La mala reputación" de Georges Brassens. 

Yo no tengo ninguna fe, me guía la razón y la experiencia que voy adquiriendo. Ni la razón ni la experiencia tienen banderas porque no buscan imponerse en ninguna guerra, por lo menos, mi razón y mi experiencia individual no necesitan lienzo que las distinga ni que las señale, tampoco los necesitan las personas que considero razonables.

Hoy es el día de la bandera arco iris; las banderas son sostenidas por un asta de madera con el que a muchos les han partido la cabeza, por eso huyo de ellas.

Una bandera es una bandería: bando o parcialidad, según la RAE.

*No me importa con quien se da placer cada cual, si les gusta el sexo en grupo, entre familiares o la masturbación, tampoco si se usa el ano el sobaco, o la electricidad de una pila de petaca en la lengua. Hace poco alguien en algún pueblo de España, lo hizo con gallinas; cierto: un amigo mío me dijo hace años que él ha presenciado esto, pero que no participó. Mi hermano también vio a un hombre subido en una pared de piedra de mi pueblo dándole a una burra, y a esto yo alego  que hay que ser un poco pretencioso para querer competir con el miembro viril de un asno.

                        En mi pueblo, Cardeñosa, hay centenares de paredes adonde subirse para llegar con la polla a la altura de la grupa de una burra.




Me parece razonable que las relaciones sexuales sean íntimas: uno, y otras también, desencajan mucho la cara, y se terminan dejándo ir en movimientos automáticos que no se controlan. Creo elemental, y consuetudinario, que el "homo sapiens" se oculte de las miradas de terceros en esos momentos. Una vez hace años estuve en la fiesta del Orgullo en Madrid: me resultó obsceno el exhibicionismo que presencié;me parece inversamente proporcional al atuendo de una monja, con su traje talar, sus cabellos cubiertos, ausencia de maquillaje y tacones: es un uniforme que clama la abstención sexual, como otra bandera; pero a mí me es más cómodo estar esperando en una estación sentado frente a unas recatadas monjas que frente a una pareja que se lo esté comiendo todo.

Y a la hora de mostrar mi solidaridad preferiría hacerlo con los cuidadores de viejos y discapacitados, con los autónomos, con las víctimas de cualquier delito y con los padres y madres de hijos ingratos. Pero no voy a hacer bandera de nada.

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