martes, 6 de junio de 2023

Simpa

Es un neologismo que escuché a principios siglo XXI: consiste en marcharse sin pagar de un bar lleno. En mis años de universitario en Salamanca había estudiantes que presumían de vasos y copas robados y de haberse ido sin pagar de no sé cuántos bares de moda.

¿Pero te diviertes así? 

Parece que se divertían, hacían como que estaban, como que hablaban o se divertían, controlaban a los camareros que estuvieran distraídos atendiendo a otros, pero por supuesto, no ligaban ni se divertían salvo la tensión de los cleptómanos, (la más famosa cleptómana de España fue la política del PP Cristina Cifuentes a quien sorprendieron en un supermercado con algún perfume que podía permitirse pagar).

Odio a los listos, porque por ellos pagamos todos. Los estudiantes que se iban sin pagar se quejaban de lo caras que estaban las copas que pagábamos los demás. Mira esos estafadores, lo que se sacan decían de los dueños de los bares.

Yo, un día de mi vida comencé a ser monárquico, (no sé si aún lo he llegado a ser) la razón fue haber sido secretario de la Junta Electoral de Zona de Arenas de San Pedro. Me tocó organizar las elecciones del año 2.000.  Cierto que ya estaba todo organizado pero había que repasar, los ayuntamientos proponen los lugares de celebración de mítines, que es sota, caballo y rey, y luego hay que decidir sobre las excusas de los que no quieren ser miembros de la mesa. Recuerdo que recibimos presiones de su entorno para que un prometedor ciclista de Sotillo de la Adrada que había quedado el décimo en el Tour de Francia, no estuviera de vocal, porque se perdía una carrera de varios días, pero mi jueza fue inflexible; del ciclista no volví a saber. Teóricamente las decisiones las tomaban colegiadamente la jueza y dos jueces de paz nombrados al azar, que venían de los pueblos a las reuniones sobre estas cosas, pero ellos asentían y firmaban lo que ella decía. Yo estaba presente pero no votaba: preparaba la documentación, un montón de papeles con otro montón de firmas. 

El día de las elecciones estuvimos todos en el juzgado para resolver dudas. La guardia civil suspendía permisos por la alerta: los del seprona, los de montaña, la PEJOTA, los secretas de la guardia civil que siempre iban de paisano, ese día se vestían de verde porque hay que cubrir todos los pueblos. Los carteros, los funcionarios instructores, los secretarios de todos los pueblos, tienen que estar, desplazarse, porque suelen vivir en las capitales de provincia. Es una fiesta de la democracia bien pagada. A mi me soplaron más de cien mil pesetas de entonces, a la jueza, el doble. A los jueces de paz menos, pero también el kilometraje, de lo que se fueron bien contentos.  Pasamos el día en el juzgado junto con otros funcionarios que también cobraban un plus por pringar ese domingo, aunque no tanto como nosotros. Pero teníamos comida reservada el "Los Galayos" el restaurante más afamado de la zona. Yo me fui a comer a mi casa con mi mujer, que estaba embarazada. Pues, tú te lo pierdes me dijo un compañero.

Todos los jueces de paz, en cada pueblo de la geografía patria hay uno, y los jueces de instrucción tienen que acudir esa noche o madrugada en su coche a 23 céntimos el kilómetro o lo que cueste la factura de un taxi de ida y vuelta hasta la capital, a llevar los votos. Más impresos y más ingresos. Los periodistas preguntando, y los interventores de los partidos poniendo pegas para terminar los recuentos, (para eso se han tirado todo el día pululando por ahí). Un montón de sobres sepia de copias que junté al final y metí en un armario. Me gustó ver toda la maquinaria, pero aprendí que los que tienen república, que no se libran de pagar todos los oropeles sueldos y salarios de lo que rodea a la familia republicana, tienen que pagarse el pastizal de unas elecciones de más mientras que la monarquía en ese sentido sale gratis y luce más.

Tenemos un ministerio de transición ecológica y agenda 2030 que no ha dicho nada de esta convocatoria gratuíta de repesca que se ha hecho el presidente Pedro Sánchez, (Gasolina, papel, déficit público) para que no se hable de su derrota, porque ha sido de él: (los anuncios de televisión del PSOE comenzaban hablando de la eutanasia, tema más poco municipal o autonómico no se me ocurre), el derrotado, no se quiere enterar.

(Por mucha menos derrota en las municipales se fue Alfonso XIII e hicimos república en 1931, con cambio de bandera incluido)

 Pero este Pedro que quiso hace pocos años tripitir unas terceras elecciones, con su consigna del irresponsable no es no con ayuda de su libro "Manual de Supervivencia", trata de hacerse otro simpa.

Me fastidian mucho los listos, porque los tenemos que pagar todos los demás.

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