viernes, 12 de noviembre de 2021

Morir en el Golfo, una gran novela.

 

No debo comprar más libros. Es que no tengo vida para leer todos los que tengo en casa, pero soy adicto a los libros de lance y siempre que paso por algunos yacimientos rebusco,,, y pico.

Cuando traigo pocos, (ese día ligué dos) suelo probarlos, y si de este trago me atrapan, que pasa a veces, dejo lo que estoy leyendo y me enfrasco en una lectura apasionantemente rápida. Esto me ha pasado con Héctor Aguilar Camín que me ha llevado en volandas por un libro, cuyo protagonista es un periodista, y que contiene fragmentos como estos:
Un colega mayor le dice
-Lana que no te corrompa, agárrala.
-¿Y cómo sabes si no te corrompe?
-No lo sabes.
-Entonces ¿la agarras o no?
-Solo si no te corrompe.

Para mí es un salto muy ingenioso entre el lenguaje figurado y el real. Lo que le viene a decir es que no corrompe la mano que recibe ese dinero, y que si corrompiera la carne de la mano que la toma cosa que históricamente nunca ha sucedido pues no se debe agarrarla, así que en todos los demás casos...

-En política no hay amigo pequeño.

Una mujer casada se queja de este modo:
Diez años va a hacer que no salgo a bailar ni a la sala de mi casa, -dijo Anabela frente a su vodka- Diez años muerta, tirada ahí, dejando que la música se vaya del cuerpo. porque la música está en el cuerpo como los músculos. Si no la usas desaparece.

Recomiendo esta novela por sexo, intriga y antropología, todo ingeniado en su justa medida.

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