Existe un fuerte movimiento disidente que, de frente, va a echar un pulso a la dictadura cubana.
El régimen trata de desacreditarlos, de ningunearlos y de decir que tan solo están al servicio del enemigo. El enemigo es Estados Unidos en cuya moneda (en euros u otras divisas fuertes también se puede, pero la inmensa mayoría es en dólares) hay que comprar gran parte de los bienes que están en los comercios estatales (porque no hay otros comercios) de la isla.
Dicen que el "enemigo", que no quiere comerciar con ellos, es culpable de todo lo malo que les pasa, que su embargo comercial, que ellos llaman bloqueo, es genocida. Sin embargo muchos cubanos han recibido y reciben dólares de Estados Unidos que les envían "los hijos de los esbirros de Batista" "la mafia de Miami" y con eso han engrasado su economía mucho tiempo. Vaya bloqueo ¿no?
Bueno, pues el pulso se va a echar el quince, aunque el régimen luche por desactivarlo, incluso amenazan con grupos armados de palos. Seguramente tienen miedo de que se les mueva de sus sillones. Se entiende el miedo a los cambios pues si agarran el mango de la sartén los disidentes, van a quedar muy desairados los que disfrutan de mejores posiciones del poder actual y los que les defienden.
Yo tengo un amigo en Miami y ninguno en Cuba, pero no deseo ningún mal a los cubanos de dentro de la isla; quiero que encuentren una salida, que arreglen su comunismo de 62 años para que la gente trabaje de verdad, coma mucho y variado, y sea feliz si así lo quiere la mayoría, o que dejen a la gente trabajar y prosperar con las reglas del mercado libre que es como se ha demostrado que funcionan las economías.
Ahora tendrían que escuchar libremente a esta parte de su pueblo y con ese conocimiento obrar en consecuencia.
Pero tal como lo veo desde aquí, habrá miedo y después guerra de cifras y de fotografías.
Ojalá que no violencia.
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