Hasta el hermoso pueblo costero de Comillas, que tiene obras de Gaudí, y de Domenech y Montaner como esta fuente.
pero nosotros buscábamos el mar
su música, su espumas, su eterno trabajo demoliendo costas y fabricando arena, su mareo hipnotizador al caminar por la playa, la temperatura que comunica a nuestros pies...
el descanso en el frescor en la localidad de Zigüenza
Solo el mar de Comillas me podía alejar unos días de mi huerto en pleno verano.
Pero también la cultura, aquí un retablo de nogal, desde hace unos siglos sin dorar como era la moda, con un San Miguel manco desde la Guerra Civil, que también entró con violencia en esta iglesia de Zigüenza.
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