Mejor diría yo "acantilao" para no discordar, pero no es palabra mía ya que no vi el mar hasta casi los 28 años, así que la respeto a lo fino.
Uno se va acercando a un sitio que le han "indicao" y como tarda en dar con él piensa que no merecerá la pena, o que no habrá nadie; pero al final, como cuando en el viaje anterior llegamos al faro del Cabo de Ajo, o en otro del año pasado, al Cabo de San Vicente, te lo encuentras lleno de gente, hasta autocaravanas, y el paquete incluye un curtido pescador local para adornar las fotos de virilidad y etnografía.
arriba se ven unas briznas: pues es gente.
Parece una chica melancólica, al borde dePero el borde era para sacarse una foto chula. En estos momentos su novio está fuera de plano enfocándola con un teleobjetivo y ella posó como solo saben hacerlo las jovencitas actuales.
Yo, robando siempre que puedo.
En algunos sitios el pescador vende sus peces a los que le fotografiamos, pero no estuve tiempo para ver ninguna pesca.
me siento un poco defraudador del público poniéndoos esta foto muda, pero también vuestro recuerdo de mar puede rellenar el imponente sonido. Uno hace centenares de kilómetros para escucharlo.
En algunos sitios el pescador vende sus peces a los que le fotografiamos, pero no estuve tiempo para ver ninguna pesca.
me siento un poco defraudador del público poniéndoos esta foto muda, pero también vuestro recuerdo de mar puede rellenar el imponente sonido. Uno hace centenares de kilómetros para escucharlo.
no faltan los muy intrépidos. Yo lo soy solo un poquito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario