lunes, 28 de abril de 2014

Perdonadme, soy primerizo.



Es el hijo que no tenía, y no me canso de verlo y fotografiarlo desde mi casa. Todas las luces le sientan bien: ¡mi cariñito! 






La huerta me enseña cosas esenciales:
1.- como no ponerme a hacer nada, por poco ofensivo que pudiera parecer para mis manos, sin guantes. Pero, a veces, porque el sudor de las manos me escuece las heridas que ya tengo, o porque me parece que no merece la pena, los dejo por ahí y me termino lastimando más.

2.- He aprendido a mirar una patata sus polos opuestos, sus dos botones al norte y su colita al sur, y algunos ombligos dispersos de donde saldrán brotes. Llevo pelando muchos años patatas y hasta que, hace una semana,  tuve que cortarlas para la siembra, no supe que había un mapa de supervivencia.

3.- Lo mal que me huele el purín de ortiga, que casi no aguanto. Tiene que ser extremadamente fétido porque yo presumo de tener poco olfato, y también de haber sido “un muchacho de pueblo”  y que me tocó muchas veces limpiar la pocilga de los cerdos en la casa de mis padres. Quizás el purín que he fabricado no debiera oler tan mal, (acudieron moscones peludos y moscas verdes) es posible que yo carezca de método, que haya debido pesar la mezcla, que haya debido filtrar pronto el resultado, pero no tengo colador, ni tampoco báscula, ni ganas de pesar las ortigas. Creo que es muy fácil hacer recetas si te dicen cómo y tienes todos los ingredientes limpitos y separaditos  en  una encimera. De la otra manera, se hacen las cosas como se puede, especialmente  si uno es “de método relajado”.

4.- Tengo que construir o mandar construir un estanque, para controlar el torrente de agua que la acequia me suministra. Así podría ser más ahorrativo y, sobre todo, no tener disgustos en materia de desbordamientos e, incluso, inundaciones. Creo que esta vez, debería utilizar un “método rígido” es decir, encargárselo a un profesional, pero me bastaría que alguien, cualquier persona, me dijera, “eso no es tan difícil: puedes hacerlo tú” para que me lanzara. Soy así.

5.- Esto de escribir tanto de la huerta no me da demasiada audiencia al blog, puede que me la haga perder, prometo -“método relajado”- hacer lo posible por buscar otros temas más amenos para vosotros.


Aunque la huerta es el futuro.

1 comentario:

  1. ! Que bien Juan! Nada como regresar a nuestros orígenes. Me hiciste recordar mi adolescencia con eso de limpiar pocilgas. Tuve que googolear para enterarme que era el “purín de ortiga”. Uno aprende algo todos los días. Sigue informándonos de tus progresos agrícolas.

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