miércoles, 17 de julio de 2013

JUGANDO A FAUSTO


Soy un irresponsable. Sospecho que  como, al menos, el 90% de los españoles y sospecho que un porcentaje de ciudadanos del mundo también. Y, claro, me llevan al huerto (¿de los Olivos?).
Resulta que desde hace tiempo tenía problemas para entrar en el blog, para rectificarlo, y hoy  los he tenido muy serios para pegar un documento copiado de mi pendrive.
Era el error bX-5dvf4a. Google me invitaba a entrar en un foro donde, en muchos idiomas, se trata de este tema. Me daba pereza leer las opiniones de los foreros y pensar en si había alguna solución. La mejor parecía instalar gratuitamente Google Crome, acción que esta casa ya me venía requiriendo desde hace un tiempo, y yo, que soy remolón y poco amigo de “cosas nuevas porque sí”, no hacía caso.
Claro, ahora el Google Crome ha sido una solución a un gran problema, y además gratuita. Parecido me ocurrió en otro momento cuando no me dejaban subir fotos. Instalé el Picassa, también gratuitamente y, hasta ahora, olvidado.

Sucede, y ahí es cuando actúo de Fausto, que para instalar un programa hay que dar la conformidad con un montón de cláusulas de un contrato cuya lectura y comprensión me llevaría a mí, que soy licenciado en derecho y familiarizado con este tipo de prosa, unos 20 minutos. Estos 20 minutos son parte valiosa de mi vida que no quiero desperdiciar en leer un articulado que al final aceptaré (supongo, creo, estoy casi seguro). (1)
Menos aún se quieren desperdiciar esos 20 minutos cuando uno tiene la ansiedad de solucionar un problema a una cuestión que antes duraba un segundo. (La velocidad de Internet, convierte en insoportable cualquier lapso de tiempo que sobrepase los dos minutos)

El problema es artificial, por supuesto. Lo ha puesto Google porque ha querido. A esta empresa, que me da toda la facilidad de proyección que tengo en este blog, le interesa ir comprando mi alma virtual (me refiero a la virtual informática) y yo, como seguramente más del 90% de la gente, se la vendo; cerrando los ojos por no pensar si realmente en algún momento me pedirán cuentas o, por ejemplo, se quedarán con todo lo que aquí publique y me cobrarán a mí derechos de autor cuando lo quiera publicar, (o citar). El cuento de Hansel y Gretel también viene aquí como un guante.

Vuelvo a cerrar los ojos y os digo que ahora con este navegador todo es mucho más rápido. No sé lo que harán con el alma que les dí a cambio de este plato de lentejas. Prefiero no pensarlo; cualquier lapso de tiempo superior a cinco minutos pensando en Internet es una eternidad.



PD. Soy un fraude. Lo peor es que este blog es para reflexionar sobre todas las cosas. Va contra todos los principios y contra el método lo que acabo de escribir para rematar el artículo con gracia. Ya veremos si no termino suicidando mis contradicciones.



(1) Además es un contrato de adhesión. No se puede modificar por la parte contratante de la primera parte, que soy yo.  (la verdad es que bromeo para no pensar  en la realidad puede que cruda. Pienso que no debemos extrañarnos de lo que hacen estas grandes empresas estadounidenses y la CIA, se lo ponemos en bandeja. La verdad es que prefería acabar el artículo chistoso y superficial a paranoico, que es lo que parece que está quedando.) Ya.

1 comentario:

  1. Muy buen articulo. Ellos nos proporcionan la soguita con la que amaramos nuestro destino cibernético o cibernautico.

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