¡BUENA
NUEVA!
Fue en
2012. Recuerdo que era jueves por la mañana, sobre las once. Sonó el teléfono,
y, descolgado, mi nombre en interrogación.
-Si,
soy yo.
-Le hablo desde la Gerencia del Ministerio de
Justicia en Valladolid, por la bolsa de trabajo, ha salido una plaza en el Juzgado nº... de Salamanca. ¿acepta?
Por
supuesto que acepté. He recibido esta llamada 6 ó 7 veces en mi vida, casi
siempre ha sido una sorpresa, pero aquel día, si cabe (por todo el desempleo
que nos rodea), mucho más.
Necesitaba
un certificado médico, una declaración jurada, la tarjeta del paro, y un
aparato de fax para enviar todo esto en cuanto lo consiguiera... lo conseguí en
20 horas, mi médica me hizo el certificado al final de la mañana y, al día
siguiente, puse el fax.
Llamé a
Valladolid para confirmar si había llegado todo y me dijeron que sí, que estaba
correcto.
Como
otras veces, esperaba la llamada de que ya podía incorporarme a ese gozoso,
inverosímil, trabajo.
Lo
conté, claro que lo conté: hay mucha gente que me desea el bien y todos estaban
ansiosos por refrendarlo, y yo también porque estuvieran felices de mi
felicidad.
La cosa
no empezó bien. La llamada que recibí el lunes me inquiría que por qué no me
había incorporado esa mañana al trabajo. Sucede que yo estaba esperando a que
me dijeran cuándo, como otras veces. Nunca ha sido tan rápido. Me dijeron que
llamara inmediatamente al Juzgado.
Entonces
oí por primera vez aquella voz. Era la que iba a ser mi jefa, que ya empezaba a
ejercer como tal, con exigencias improcedentes, apremios, advertencias,
alaridos: Huy Huy, Huy, ¡Madre Mía! ¡Mae Mía! ¿pero cómo sin experiencia se te
ocurre aceptar este trabajo?
Yo soy
licenciado en derecho, tengo experiencia en muchos campos jurídicos, la tenía
en Derecho Civil, pero viene de antes de la reforma de la ley de enjuiciamiento
del año 2000,
-¿Y
el programa “Minerva”?
-No,
yo entonces trabajaba con el programa “Libra”. Pero, bueno..., todavía sé
aprender cosas.
-Huy,
Huy, Huy, ¡Madre mía! ¡Mae Mía! El día 5 de noviembre tenemos una inspección
del Consejo (General del Poder Judicial) No sé qué va a pasar. Tienes que
trabajar mucho, tienes que echar tardes, hay que sacar el trabajo. No sé como
has tenido la irresponsabilidad de aceptarlo.
-¡Bueno!
¡Bueno! mañana iré a primera hora.
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