Una puerta con matacana
vista de la carretera del otro lado del valle. Los franceses, tan estéticos, (y a veces pseudogóticos) decidieron en su día hacer arcos apuntados en los taludes que sujetan la carretera.
Un torreón para defender el puente, o más bien para cobrar el peaje por cruzarlo, entiendo yo.
Geología, el farallón propiamente dicho, que a mi juicio mejoraron los hombres con las construcciones que estamos viendo.
estampa caballeresca. Observad en primer término esos adornos de hierro en aproximada forma de clave de sol que sirven para sujetar las paredes del riesgo de que revienten hacia afuera, ya lo comenté en Saint Sever hace unos meses.
¿Quién vivirá aquí?
Estábamos solos, pero temerosos de que nos "cerraran"
Rocamadour tiene muchos pisos y algunas puertas. Supongo que lo habrá sido pero es un escenario para múltiples fantasías.
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