La teníamos pendiente, aunque habíamos pasado varias veces por ahí, y también fuimos a hacer un ejercicio de oposición para la Universidad de Extremadura pero sin tiempo de más. La primera vez, un sábado por la tarde volviendo de Portugal paramos quince minutos a comprar algo y me pusieron una multa de aparcamiento, así que pocas ganas de volver si no era necesidad. Otra vez hemos pasado sin parar con destino a la preciosa Olivenza.
Badajoz me suena mucho a la matanza de Badajoz perpetrada por las tropas de Yagüe el 14 de agosto de 1936. No muy lejos de allí, en mi Barranco de las Cinco Villas, los rojos mataron cuatro días después a 10 personas en Cuevas del Valle, al cura de Mombeltrán y a tres de San Esteban del Valle, yo siempre he relacionado estas brutalidades con la noticia de esta otra. En la visita a la ciudad pacense no hallé recuerdos de aquella historia. La plaza de toros vieja donde supuestamente se produjeron muchos fusilamientos, fue derribada para construir en la burbuja inmobiliaria.
Viendo la ciudad se comprende mejor la historia. La guarnición de Badajoz permaneció fiel a la república, y seguramente en esta ciudad grande y amurallada fueron asentándose también los que huían de los pueblos por los que avanzaba la columna africana. Hubo batalla, y no fue pequeña, pero en estas murallas dieciochescas solo encontré recuerdos del asedio que hicieron los ingleses y portugueses a los franceses en la guerra de la independencia.
Sobre la matanza de Badajoz de la Guerra Civil hay una confesión de parte: un periodista norteamericano le preguntó a Yagüe sobre cuantos muertos habría por parte republicana, apuntando la cifra 2.000 y el militar respondió algo así como "que no serían tantos". Pero eso viene a admitir que eran por lo menos 1.500
Yo no sé qué pensar: por una parte siempre en el transcurso de todas las guerras se dice por los contendientes que se han matado a muchísimos, que se ha capturado abundantísimo material etc, así que al llamado por muchos "Carnicero de Badajoz" le convenía no desmentir del todo una cifra tan alta como la propuesta, porque ésta daba moral a los suyos a la vez que restaba la de sus enemigos. Por otro lado, la grandeza de las cifras, sean 1.000 o 2.000 se explica por la oposición que hubo; la primera resistencia seria que tuvieron estos militares profesionales que avanzaban como un cuchillo sobre la mantequilla camino de Madrid. Murieron bastantes legionarios en el asalto a esta fortificación y no es descartable que murieran muchos más republicanos defendiéndola, y la bárbara venganza de los compañeros en caliente o sobre los prisioneros los días siguientes, se explica mejor cuando ha habido bajas de los tuyos. También la represión, dentro de la lógica guerrera, se "sostiene" en que no podían avanzar dejando atrás parte del enemigo, aunque fuera desarmado y preso.
En cuanto a la cifra verdadera no sé si hay estudios serios hechos con el registro civil contando nombres. El registro civil funciona en España desde 1870, bastante bien desde los 90 en todos los sitios donde yo he estado, y ciertamente no se inscribieron los muertos de la guerra civil en la fecha inmediata, pero sí se vienen a inscribir la mayoría con el paso del tiempo, instados por la familia para tomar su parte de herencia, etc. En mi experiencia como Secretario de Mombeltrán me falta uno que no podía heredar: un muchacho de 14 años de Mombeltrán, incluso tengo otro que abandonó el pueblo al llegar los nacionales y no se tiene noticia de él, por lo que pudo morir en cualquier batalla o represión, con lo que se hizo un expediente de declaración de fallecimiento por el paso del tiempo sin noticias desde septiembre de 1936 en que se sube a un camión, o sea que este sí figura como muerto. Por el contrario tampoco estaban apuntados los dos de Mombeltrán que fallecieron en Mathausen, que abandonaron el pueblo en la misma fecha en que tomaron el Valle los nacionales. A uno de estos dos, en mi estancia, le gestionamos la indemnización para sus cuatro hijos octogenarios que el gobierno alemán da para estos casos.
Más fortificación, ahora vista desde arriba.
Por terminar por la guerra fotografié esta curiosidad en el museo de arqueología provincial.
Parte de la provincia, (al final, después de la batalla del Ebro hay una ofensiva republicana desde Castuera) estuvo en manos republicanas. No sé si el togado les parecería que se parece a José Antonio, Primo de Rivera, pero a mí se me da un aire. En cualquier caso aunque Tiberio era una muy mala pieza, le podemos exhibir en museos cosa que no podría pasar ahora con otros personajes más recientes.
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