Badajoz tiene un precioso y largo puente, hoy peatonalizado, sobre su río. Es tan largo que me recordó a los puentes sobre los enormes cauces franceses.
El Guadiana, que vimos el año pasado por Ayamonte, es un río que puede que termine llamándose "Río Camalote" por una especie llamada también "nenúfar mexicano" que ha invadido el cauce y a pesar de grandes operaciones hechas por el ejército español para erradicarlo hace dos años (según nos dijo un amable transeúnte), resulta invencible. Nuestro ejército en los últimos siglos no suele ganar batallas, así que se hizo mal en contar con él. Si hubieran sido los ingleses que suelen ganar casi todas las guerras otra cosa sería.
Aporta verdor, creo que la planta fue traída como ornamental. Imprudencias que no terminamos de erradicar, espero que sí dejen de cometer con tanta frecuencia. Hace años que existe en el código penal un castigo para que "introduzca o libere especies exóticas de flora o fauna".
Porque Badajoz es hermosa y armónica, tiene resultona arquitectura modernista como Barcelona Zamora, Zaragoza, Comillas y tantos otros sitios.
Creí haber fotografiado los tres, pero parece que me falta el de la izquierda.
Y más cosas de esta desconocida ciudad que ya os ilustraré otros días.
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