No es exactamente desde Panes, pero un poco más allá en dirección a Potes, comienza un paisaje de cuento, o de película fantástica. Podemos decir que son muchos desfiladeros encadenados sin el descanso de un valle donde entre la luz, exagerando un poco se podría decir que ni podamos estirar los brazos.
Conducir resulta casi claustrofóbico, y quererlo ver mientras se conduce y desear parar a fotografiar las sensaciones raya la imprudencia. Por eso el viaje de ida se me hizo así de mágico. La carretera es estrecha, y sin embargo muy concurrida pues entre esos peñascos no hay alternativas de trazado así que todos tenemos que ceñirnos y tener los ojos muy abiertos.
debajo circula un río que hizo o descubrió este desfiladero
el tamaño del cementerio da idea de la población que debe haber en este "puebluco" donde paramos
Por el camino encontramos una hermosa iglesita, con torre exenta o separada que se hizo acreedora de un montón de fotos.
Uno se hace a la idea de lo difícil y la escasa rentabilidad que tiene conquistar estos peñascos para los moros. Así que desde estas tierras, (más bien piedras) se inició la reconquista de los cristianos de la península Ibérica, que culminaría con la toma de Granada en 1492
Tampoco lo tuvieron fácil, siglos antes, los romanos. Mérida en Extremadura fue fundada para premiar a los veteranos de las guerras con cántabros y astures.
Esta foto es llegando a Potes, donde se abren varios valles y dejamos atrás esas peñas cuyo conjunto se denomina Picos de Europa.
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