En nuestro camino, huyendo de la deprimente y monotemática Lourdes, se presentaba otra ciudad que descubrir y recorrer.
La plaza del ayuntamiento con la estatua del revolucionario Danton,
simpáticas estatuas
Otra más monumental
Este edificio, encardinado en un jardín botánico alberga un museo de los Húsares, lo que me sugiere guerreros con pieles chaquetilla y sables curvos. Resulta que aún existe un regimiento al menos con ese nombre, que lleva el nombre de Tarbes. Mi mujer se asustó porque la misma noche apareció en las tiras del teletexto que dos soldados de ese regimiento habían sido asesinados, aunque leyendo un poco más supimos que el atentado fue en Mali.
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