Supongo que no soy el primero ni el vigésimo en verlo y en publicarlo, pero como no lo he leído ni oído. No lo he copiado, lo juro; por lo que este pensamiento es original.
De entrada, declaro que me parece una causa justa y con la notoriedad que adquirirá, si cuaja la conspiración, las mujeres habrán ganado mucha libertad y seguridad: el mundo será mejor.
El mundo será mejor en dos sentidos, porque también nos libraremos de Trump como cabeza de poder militar y económico de la humanidad.
Antes de describir el plan que veo trazado, vuelvo a declarar que tengo una hija, que es el ser que más quiero en el mundo, cerrando la trilogía de mi madre y mi mujer. Estoy, no por el poder de las mujeres ,que ya va siendo hora, sino por su libertad de elegir quién quieren que las toque el culo.
La jugada el cerco ha comenzado con un prestigioso productor de cine de izquierdas Harvey Weinstein, amigo de Obama, quien ha tenido que excusarse por ello. Weinstein ha estado detrás de muchos éxitos de Hollywood, también volvió a levantar la carrera de Woody Allen, (maravillosa La maldición del escorpión de Jade). La gente se ha rasgado las vestiduras con una estridencia inusitada, cuando esto es más antiguo que el cine y seguro que también es anterior a la construcción de los teatros griegos aprovechando las colinas. La humanidad ha avanzado mucho con el escarnecimiento universal de ese cabrón, aunque en España nos hayamos enterado bastante menos, pendientes como estábamos de Cataluña.
Ayer escuché la noticia de que dos grandes ejecutivos de Wall Street también han sido defenestrados por idénticos motivos.
Bien, estupendo..., todo el mundo se retrata por fin..., ¿pero quién es el mayor candidato? el hombre que ha estado rodeado durante décadas de las hermosas modelos, su afición. Ya ha habido algún susurro de que tenía las manos un poco listas. Incluso Hillary Clinton ya ha apuntado algo con respecto a ella misma en sus memorias.
El plato está casi cocinado. Como la pieza es caza mayor, era necesario sacarla al campo con ayuda de una jauría. ya se ha producido.
Este fue el procedimiento que se usó con Bill Clinton.
En el caso de Clinton hubo antes otra mujer más madura que inició el acoso, Paula Jones, que preparó el terreno. Había olvidado su nombre, lo supe en su día, porque trajo cola. El que no he olvidado, ni nadie lo olvidará nunca es el nombre de Mónica Lewinsky, que estuvo a punto de hacer caer su presidencia. Estoy seguro de que el famoso vestido manchado de semen a buen recaudo como un as en la manga, cuando lanzaron la precampaña Paula Jones y otras.
Yo apuesto a que en algún momento próximo va a salir una modelo, y después otra legión de modelos, hablando de los abusos sexuales de aquél llamativo millonario, jurado de tantos concursos de belleza.
Puedo equivocarme, ya lo he hecho alguna vez en este blog, pero si acierto ganaré más credibilidad con vosotros de la que perderé si esto no se cumple. Así que es una buena apuesta.
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