viernes, 20 de mayo de 2011

hoy es un día triste para mí

Pierdo mi trabajo, voy al paro. Puede que sea el parado cinco millones.
Entretanto sigo compadeciéndome del sufrimiento de Manuel Azaña, a la vez que le leo; pero hoy, al venir a mi último día de trabajo encontré una ardilla muerta en la carretera. Fue en el mismo sitio por lo que creo que era la misma que esquivé un día con mi coche. Le dije: (no hablo con la televisión, pero sí con las ardillas que estoy a punto de atropellar) "has tenido suerte, espero que aprendas la lección" la ardilla no me oyó porque yo seguí en el coche y ella alcanzó otro árbol. No creo que me hubiera entendido, a pesar de la fama de listas que tienen. Tengo en una cassete un poema de ardillas leído por Mario Benedetti, el porpio mario Benedetti me parecía una ardilla. Descansen en paz. Sobre todo la ardilla que ha tenido un día peor que yo.
Hoy me voy de este barranco. Entraré a despedir a Francisco que está en una residencia, iré a devolver a Benito los dos volúmenes de las memorias de Azaña que me dejó. Me despediré de mi amigo Javier, espero mantener mucho tiempo su amistad gracias a los medios electrónicos, y lucharé porque la melancolía de hoy sea creativa. Esta mañana, en mi último viaje de ida, he procurado no embelesarme en la gama de verdes perlados por las gotas de rocío; escuchaba por la radio opiniones sobre los acampados de las plazas de España. Creo que deberían pedir también la abolición del fúbol, es el opio del pueblo y llena más plazas que ellos, sin contar los estadios; y los salarios de sus actores son igual de escandalosos que los de los banqueros.
Me parece muy importante problema municipal el de las cacas de los perros. Creo que no se ha tocado (a pesar de que los políticos manejan mucha mierda) en esta campaña para las elecciones municipales y autonómicas. Es, aunque no lo parezca, una cuestión de clase. Los ricos pasean sus perros para que se meen y se caguen en las aceras que usamos los peatones. Los pobres y los peatones no tenemos espacio ni podemos mantener un perro, los ricos sí. Los perros ciudadanos son una forma de humillación interclasista contemporánea, es como el antiguo "derecho de pernada" ahora es el "derecho de perrada". Maldito sea.
Disculpadme el chiste malo; hoy es un día triste para mí.

1 comentario:

  1. ¿Ya terminaste tu libro? Interesante tu blog, Enhorabuena. Saludos

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