Nací en un pueblo sin agua corriente, con muchas más ovejas que vacas y muchas más vacas que personas. Perros y gallinas pululando líbremente. Salvo un par de calles adoquinadas parcialmente, todo estaba sin pavimentar, saltábamos charcos y pisábamos barros en invierno y, en verano, las ovejas dejaban tremenda polvareda, (aunque en mi pueblo se decía polvanera), al pasar, además de esos garbancitos negros que cagaban, sembrando la calle.
Desde que tuve fuerza para levantar un cántaro pasé muchas horas yendo a por agua a la fuente, y más haciendo cola en verano. Los animales eran animales, la gente golpeaba a los burros, pagaba su frustación con los perros y hacía puntería tirándoles cantos, yo vi atar a un perro la lata al rabo y correr como un descosisdo haciendo más ruido cuánta más desesperación.
En Mingorría, el pueblo de al lado, había un puticlub llamado "El Verdinal" y como hablaba tanta gente de él y hay un paraje en mi pueblo del mismo nombre, yo procuraba nunca decir el nombre de aquel inocente paraje.
Pero se había muerto Franco, íbamos a ser europeos, yo aprendía francés, todos teníamos que saber un idioma. La mayoría de la gente empezaba a comprarse coches, incluso mi madre, con cuarenta años, se sacó el carnet. Tuvimos un utilitario, un Seat 133, que tenía el motor detrás como los porsches (como los seiscientos, más bien). Cuando volvimos al pueblo en él ya había agua corriente y la gente empezó a utilizar el verbo ducharse.
Toda mi generación éramos hijos del rock and roll y nos saludaban los aliados de la noche Casi todos íbamos a votar a Felipe González.
Yo tenía el complejo de que lo viejo era lo malo y lo nuevo era lo bueno, de que los españoles éramos menos que los demás, y de que los de pueblo éramos menos que los de ciudad, (aunque yo me había hecho ya de ciudad con catorce años)
Ha pasado el tiempo he visto conductas vergonzosamente incívicas cometidas por individuos de distintas nacionalidades "poderosas". He visto y suelo ver que los de pueblo, y los de antes sabíamos más cosas que los de ciudad y los de ahora, sencillamente porque conocíamos de dónde venían. Es sorprendente que ahora haya gente de veinte años que viole, o que vaya de putas, que sean incívicos, que aceleren los coches como lo hacen, que sean vándalos, ignorantes: más que lo eran los de mi pueblo en aquellos tiempos.
En aquellos tiempos tan atrasados mi pueblo exportaba leche, carne, lana y piedras labradas y se autoabastecía de muchos productos. Hoy casi no exporta nada, y todo el mundo come de cosas que vienen de fuera incluido el agua para beber. Y la mayoría viven de pensiones.
Mi complejo ya no existe porque creo que éramos más capaces e instruídos, y cuidábamos las cosas mejor que los de ahora. Todo era más comunitario, más humano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario