Albarracín es un pueblo fortaleza, un enclave estratégico para proteger valles, puentes, pasos. Suppongo que tendrá una historia larga, no muy lejos está el acueducto romano de 25 kilómetros, pero lo que queda es más árabe, su nombre y cristiano las iglesias y conventos.
Albarracín es una ciudad turística en la que no se puede aparcar más que pagando, sobre todo en los grandes días como en los previos a la Semana Santa, que llegábamos. El ambiente está cuidadísimo y merece mucho la pena ir de "cosa hecha" aunque no hubiera todo lo que hemos encontrado por el camino.
por supuesto es un pueblo turistisquérrimo y hallaremos decenas de individuos de nuestra especie.
Esta es la casa más famosa de Albarracín, que había visto en cientos de fotografías, cuadros, documentales, y seguro que alguna película. Cuando la vi por fin, no me imaginaba que iba a aparecer de esta manera. Suele suceder.
Nos tocó una tarde un poco gris, de esta manera recordaremos esta población hasta que volvamos y hallemos otros colores.
No hay que tener vértigo, y sí calzado apropiado y buen ánimo andarín.
Hay rutas y caminos para llenar varios días. Es importante tener la batería de la cámara recientemente cargada y una tarjeta con varias gigas porque uno es deslumbrado por la cantidad de belleza que aparecerá ante nuestra voracidad de ver y retratar. Seguiré mostrando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario