Flotan unas declaraciones del ministro de consumo español denostando la carne española en una entrevista a un importante periódico británico. Aunque hay gente que, a pesar de que el ministro hace más de medio año dijo que la carne es "muy mala" para la salud, sostienen que esta vez solo se ha metido con las macrogranjas y, por tanto, tratan de centrar la controversia en estas grandes explotaciones ganaderas.
En primer lugar creo que si un miembro de un gobierno considera que algo no funciona bien y que hay que cambiarlo, lo lógico es hacerlo aquí, en su gobierno, sin pedir ayuda a la prensa británica, país que -recordemos es bastante aislacionista hasta el punto de que ya ni siquiera está en la Unión Europea: el único poder de aquella prensa será sobre sus lectores británicos que, obviamente, se verán influidos para dejar de consumir esta carne tan "maltratada": la de las macrogranjas y las de las microgranjas. Sencillamente al ver que es carne española optarán por otra carne o por carne de otros países (los británicos creo que no son mucho de pescado) Los ganaderos españoles -todos- a través de sus organizaciones le "agradecen" esa minoración en sus ventas, pidiendo su dimisión.
Gobernar a través de la prensa extranjera no me parece operativo: yo, que he sido varias veces y ahora soy de nuevo presidente de la comunidad de vecinos, cuando hay un problema lo resuelvo yo mismo o con los vecinos, y no se me ocurre ir a las radios locales ni conceder una entrevista a la Gaceta de Salamanca a decir "que si tal o que si cual".
En mis viajes creo que nunca he visto ni olido ninguna macrogranja, pero por Segovia y Ávila he olido varias micro o medio granjas porcinas, subiendo rápidamente las ventanillas del coche y volviéndolas a abrir unos kilómetros después, para que se fuera el ácido olor desagradable que se había colado dentro . Es un olor al que ya estoy desacostumbrado pero que acompañó mi niñez, pues en mi corral y en los de todos mis vecinos había una pocilga con uno o más cerdos, que me tocaba limpiar y echar sus heces en un carretillo y sacarlos a los muladares. Todos los caminos de salida de mi pueblo estaban llenos de muladares que verdaderamente olían muy mal. Supongo que eso se nos quedaría en la ropa a los pueblerinos sin ser conscientes de ello.
El corral de mi casa. Mi madre mi hermano y una marrana que criábamos y que terminaríamos devorandoAntes los españoles estábamos más dispersos por todo el territorio y ahora estamos cada vez más concentrados, (la capital de Ávila no tiene agua suficiente con la que abastecerse, sin embargo la mayor parte de la provincia se sigue concentrando allí)
En cuanto a los los olores residuos y gases de las granjas creo se podrán gestionar mejor a lo grande como se hace con los residuos sólidos urbanos. Antes, en la minimicroganadería que yo conocí no se gestionaba nada de nada. Bueno... yo con el carretillo.
La concentración y lo "macro" son el sino de los tiempos: megaciudades, megafábricas, megacentros comerciales y cada vez más megaglobalizado todo en general. La economía de escala prima, y si queremos comer jamón, chorizo, filetes, de un determinado precio han de producirse en grandes instalaciones, como se hacen los coches, las galletas y las lechugas iceberg.
Últimamente nos han prohibido hacer matanzas como toda la vida, han de ser hechas no de esta manera
sino en una macro instalación con atontadores eléctricos, veterinarios, etc para que el marrano no sufra, ni emita esos espantosos gruñidos que llenaban las primeras horas de los inviernos en los pueblos de España.
Supongo que para quitar los pelos del cerdo se emplearán limpios gases de Argelia que vienen en macrobarcos o en macrogaseoductos. En mi pueblo los choscarrábamos con pajas grandes llamadas berceas.
Creo que nadie quiere tener a su lado una explotación ganadera ni grande, ni pequeña. Tampoco una central nuclear, un crematorio, una refinería de petróleo, un centro de internamiento de menores no acompañados, una azucarera etc. etc. pero de todo eso tiene que haber y mejor concentrado que diseminado.
Porque las cosas actualmente o se hacen a lo grande o son carísimas. Por cierto, creo que tenemos el gobierno más grande y caro en número de ministros de toda la historia, (y eso que las comunidades autónomas gestionan tantos asuntos como ellos)
La familia que yo he formado eligió vivir en una mediana localidad habiendo podido hacerlo en tres ciudades capitales de provincia así que tengo la ventaja de que escogí lo micro, mis impactos son menores, mi agua está más cerca, mi depuradora también, mi oxígeno etc. Yo creo ser de los pocos que prefiere lo micro, pero vosotros, el mundo, en general, no.
Considero que un gobierno si es coherente con lo microrazonable debería intentar desalojar las ciudades y llenar de servicios y puestos de trabajo el campo (todo el territorio) para que los recursos: agua, basuras, contaminación, aparcamiento fueran menos nocivas por concentración. Pero no van por ahí los caminos que yo veo trazar.
Aunque a lo mejor el ministro Garzón, con ayuda de la prensa británica, nos lo va a enderezar todo.
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