El lunes en la película de Margaret Tatcher, parece que ella, siendo hija de tendero, tenía problemas para entrar con buen pie en la política; entonces, el que luego sería su marido, le dijo "a partir de ahora tendrás mejor imagen: ya no serás la hija del tendero, sino la esposa de un "hombre de negocios".
¡Toma!, ¿qué es eso ahora?, ¿será esto que muestra hoy el País? http://politica.elpais.com/politica/2014/07/04/actualidad/1404498398_556596.html
o será el empresario de Gowex, sobre el que también se habla. Puede que no. Quizá sean "honrados negociantes" que compran un barco de petróleo y lo paran unos días a la puerta de un puerto esperando a que suba el precio para vendérnoslo más caro, los que especulan con materias primas presentes o futuras, los que especulan con la alimentación mundial, gentes que en un clik de ordenador, compran y venden ganan y pierden fortunas, con cosas que no tocan nunca, que no les importan y que son nuestra vida concreta. Una llamada telefónica me distrajo de saber a qué negocios se dedicaba el hombre de la Tatcher. Yo ahora mismo no los concibo, no sé a que se dedicaría una persona que se definiera así. Los agentes de bolsa, que supongo que están regulados por la ley, ¿son hombres de negocios?, y los inversores en bolsa, que con su dinero dicen: "compra, vende" ¿es honrado que la economía sea esto, que incluso sean prohombres?¿nos aportan algo o sólo se aprovechan de la sociedad para enriquecerse?
Hace años les levantaron las vergüenzas a los de Forum Filatélico y Afinsa, porque se dedicaban a especular, entre otras cosas, con sellos. Según lo entendí yo, la gente les dejaba su dinero y ellos compraban sellos o monedas para retenerlos del mercado y después venderlos más caros, es decir se convirtieron en una garrapata sobre el mercado de los coleccionistas, que, lógicamente odiaban a estas empresas que les encarecían su pasión, su vicio, su pasatiempo. Cuando se descubrió que la base del pastel no se sostenía y la gente pidió su dinero, los administradores judiciales no podían sacar a la venta de repente todos los sellos que estas empresas habían retenido para especular, porque, obviamente, caería el precio brutalmente, al soltar un exceso de demanda y los inversores se quedarían con todo el papel mojado. Probablemente tanto o más como había subido artificialmente por la especulación de esas "empresas". El aterrizaje lento de ese mercado artificialmente hinchado, creo que habrá devuelto a los inversores un cinco o diez por ciento de lo "invertido".
Yo, que vivo tan concretamente en mi huerto, que estudié en la economía los gráficos de la competencia perfecta: eso de que no podía haber exceso de beneficios marginales, porque entrarían otros a competir en el mercado... eso que se ve todos los días ¡vaya!. Esa teoría que debiera de hacernos creer a todos en el capitalismo, era y fue siempre sólo una teoría ideal.
El problema de las burbujas inmobiliarias que padecemos, que parte de una bajada de tipos de interés al asimilarnos a la eurozona, subida del precio de la vivienda, ansia por urbanizar (corrupción municipal) y construir, sueldos altos de los oficios de la construcción, pero mayores para los que manejaban el cotarro, venida de inmigrantes desproporcionada, ganancia de los primeros que invirtieron y luego vendieron (pseudotimo piramidal) subida sobre subida hasta darnos cuenta que en España hay más de un millón de viviendas vacías todo el año, que nadie, de los que puedan pagarlas, necesita, pero que la gente, constructores, empresas, hombres de negocios encargaron, para especular. Yo aborrezco todo eso; un hombre de negocios es alguien que no quiere mancharse las manos y procura no pillarse los dedos, mientras manipula el trabajo o los ahorros de los verdaderos trabajadores, para venderles los bienes que se ganan más caros y obtener una casi siempre jugosa "plusvalía" con ese raro oficio.
Ya sé que "lo otro" tampoco funciona, pero esto es una mierda.
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