Si uno pasea un par de veces por la
Villa de Mombeltrán, es difícil que no vea gente con el síndrome de down. Es
una maldición genética que se cebó con frecuencia con este hermoso pueblo, pero
no es ese inocente retraso mental el que lo lastra. Existen retrasos mentales
culpables.
Quizá tenga todavía yo la visión patológica
de secretario del juzgado de lunes a viernes. (Seguramente los médicos también
padezcan el distorsionado pensar de que en Mombeltrán hay pocos hábitos
saludables y muchos enfermos). En mi trabajo, que perdí hace justo un año, tenía
pocas ocasiones de ver felicidad y bonhomía: creo que ninguna anualidad de las que he
estado han nacido más de cinco niños. Escasamente habremos sobrepasado, entre
el cura, el alcalde y nosotros, los diez matrimonios; aunque quizá superaron en
algo, pero no mucho, a los divorcios, que tienen peor cara. Todo lo demás era
naufragio: muchas muertes naturales rutinarias, lo que es normal pues hay dos
residencias de ancianos; pero luego teníamos hurtos y peleas, robos con escalo,
drogas, amenazas, impagos, matonismo, embargos, lanzamientos, lesiones,
cumplimientos de condenas, retiradas de carnet de conducir, promiscuidades y
consumos de prostitución (no pensé yo que tanto hubiera de enterarme),
apercibimientos, pagos de multas, estafas, una paliza de muerte a un
carpintero y un Porsche quemado
dolosamente, que se extendió a otro coche y a unas casas, probablemente a
consecuencia del descubrimiento del robo de unos escudos de piedra de su
castillo.
Mombeltrán también se autodenomina la
Andalucía de Ávila. Lo peor del tópico que tenga Andalucía en caciquismo y
despilfarro, en vagancias subvencionadas, en subsidios subvencionando droga...,
lo posee efectivamente Mombeltrán, (y le faltan muchas de las virtudes de
Andalucía.). (Aunque también tiene algo de lo bueno, si escuchan a la buena
señora del video lo averiguarán).
Y lo malo, que hay en todas partes, lo tiene en una proporción mucho mayor que el
resto de pueblos del Valle, que también conozco bien. Será que aquí hay más Mala
gente que camina y va apestando la tierra... El pueblo favorecido por 2
residencias de ancianos, consultorio médico, oficina de asistencia social de la
Diputación, agrupación de juzgados, etc,
resulta el más desunido y de aguas empantanadas y corrompidas. Será la maldición genética.
Tardé en descubrir que también había -y no
pocas-, buenas gentes que viven, laboran, pasan y sueñan.
Trabajadores, artistas, comerciantes, jubilados, parados ¿cómo no?, que tratan
de emanciparse de la incultura atroz que atenaza y empobrece sus iniciativas.
En el callejero de Mombeltrán reina la guerra
civil criminal, aunque se cambiaron los nombres de las calles para recuperar
denominaciones antiguas como La Corredera, el Caño, Colmenar, Plaza del
Ayuntamiento, no se retiraron las placas de los oprobiosos santones de la
“cruzada”: Quiepo de Llano, José Antonio Primo de Rivera, General Mola,
Generalísimo Franco.., pues, aunque las modificaciones se aprobaron en pleno,
el poder ejecutivo estaba en manos del alcalde del partido popular, un hombre
nefasto, que mandó poner el nombre legal debajo del franquista. Se llama Julián
Martín Navarro y hace poco más de un año ganó las elecciones, otra vez gracias
a la genética, y puede que a cuarenta polémicos empadronamientos de personas
ajenas a su realidad municipal.
En estos tiempos, que recuerdo un año de
lejanía de aquel pueblo, el alcalde quiere distinguir una calle con el nombre
de la televisión más ultraderechsita que existe en las ondas españolas: será la
Calle Intereconomía. No existe ningún interés cultural, ni económico; es, sencillamente, una
provocación, pero puede que no le salga mal; de momento, el pueblo ocupó
algunos minutos y párrafos en los medios de comunicación. Claro que a algunos
potenciales visitantes le picará la curiosidad y querrán ir a verlo, otros, por
el contrario dirán: en pueblo así no pienso pisar, ni mucho menos, dar negocio.
Yo, a pesar de todo, en nombre de la inocencia de este pueblo down, os invito a acudir a ver
sus bellezas.
quien robo los escudos
ResponderEliminaren mombeltran tambien hay gente muy buena ,no todos son malos....si el que ha publicado todo esto,es un super dotado y no tiene el sindrome de down,si eres tan listo mira a ver si tu puedes levantar el pueblo en vez de criticar a la gente...el que este libre de pecado que tire la primera piedra ...menuda pieza tienes que estar hecha ....
ResponderEliminarNo sabes leer, anónimo.
ResponderEliminarBuenos días, Juan. Tienes alguna relación de los fusilados de Villarejo del Valle? busco documentación sobre Antonio Blázquez Cabezas (también lo he visto como Antonio Blázquez Rey). Muchas gracias
ResponderEliminarNo tengo nada sobre Antonio Blázquez Cabezas pero sí sobre una mujer del mismo apellido (vamos a pensar que fuera hermana): María Blázquez Cabezas que pasó por Fuenterrabía el 14 de abril de 1939. Únicamente tengo este dato. Interpreto que esta mujer (de familia republicana) huiría del valle en septiembre de 1936, seguiría una peripecia por toda la guerra, saldría por Cataluña a comienzos del 39 y viendo lo mal que estaban las cosas para los refugiados en Francia aceptó volver como hicieron tantos. Por supuesto que puede haber sido su vida de otra manera, pero el hecho de tener un hermano como "fusilado", (no está en el registro civil, o yo, al menos, no lo encontré) me hace interpretarlo así. En el registro no están todos. Los viejos me hablaban de motes de tres personas "Piculo" "Coyoles" y "Garrapatillo". Quizá uno sea Pedro Vegas que era concejal de la gestora del 36 que fue detenido y desaparecido cuando segaba en la Moraña.
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