viernes, 18 de diciembre de 2020

Funcionarios

 Nunca me he sentido funcionario: sobre todo porque, a diferencia de la inmensa mayoría de los que lo son, siempre he estado de corazón con los del otro lado de la mesa.

No soporto oír quejarse a un funcionario, cuando eso sucede cambio de canal o muevo el dial de la radio. Sé como es la realidad: he funcionado en varias administraciones y en muchos puestos diferentes de la de justicia.

Puede que, como nunca voy a aprobar oposiciones, ni me van a promocionar a funcionario de carrera sea yo así tan desapegado. Aunque sea y viva actualmente como una garrapata administrativa.

Hay una pequeña minoría funcionarios que tratan de ser servidores públicos, generalmente son los que están más al público, pero cuando uno de los que está más de cara al público sale malvado, corporativista, despreciativo, es lo peor. Y conozco.

Hace unos meses fui al juzgado de Béjar para el que soy de alguna manera su oficina delegada en otros pueblos. Están muy felices atrincherados en metacrilato, pero desde la mismísima puerta. Allí entraba un sol de "justicia" "justo" a la hora en que me mandaron esperar. Solo tenía que entregar un papel pero la segurata tenía instrucciones, se lo dijo a la compañera que tenía que acercarse a recogerme el papel. Yo no tenía prisa, es malo enfrentarse a un funcionario-funcionario teniendo prisa porque uno puede salir rabioso, uno como yo más porque sabe lo que se está haciendo dentro. La cuestión es que los oía hablar: lotería y cosas así, jijí, jajá, y se me calentaban las orejas por el sol, pero no quería quedar mal, ni ponerme exigente, al fin y al cabo son "compis" Por fin después de salirme yo a la calle un ratito y volver a entrar, me dijo, "Anda, haber pasao, pero si tú eres de casa" "te habrás estado asando" Y se volvió a a la segurata. que no es funcionaria, "Haberme avisao", y ella le respondió "pero si te lo he dicho dos veces" Efectivamente, se lo había dicho dos veces, pero yo no quise subrayar nada a la "compi". 

Así tratan a los que deberían servir.

Todo el mundo, pero los funcionarios más: cuanto más te dan y cuanto menos te permiten hacer, es peor. El covid les está viniendo de perlas, el teletrabajo de un funcionario es todavía mayor bicoca que pueda existir, los sindicatos funcionariales no hacen más que pedirlo. Pero ¿cómo vas a tomar declaración o a notificar personalmente una sentencia desde tu casa?

Ciertamente sin un mínimo control se vaguea todo lo que se puede y más.

Consecuencia: nada funciona, los teléfonos no te atienden, están mucho más descolgados que habitualmente. Esta mañana he llamado a un juzgado y hasta las 10 tenían un pitido extraño. Estoy convencido de que ahora, protegidos por el metacrilato, muchos ni aparecen. Aunque muchas de las llamadas que se quedan colgadas en el aire o escuchando sintonías son de "compis" a los que putean sin darse cuenta.

Sé que hay funcionarios buenos. Conozco a algunos.

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