miércoles, 15 de enero de 2020

Especulación estrellada (o los vómitos de la burbuja)

Cada vez que vuelvo a Ávila y tengo tiempo libre, paseo sus contornos. El pasado siglo yo salía a correr todas las mañanas por estas llanuras que un día alimentaron con cereales y legumbres a la ciudad de Ávila y un poco más tarde a sus afamadas reses bovinas.
En el año 99 que yo me fui, estos espantos no habían nacido, pero alguien promovió alimentó, financió, construyó una cuidad duplicada que se quedó sin completar, (la esperanza declarada era que  Ávila se convirtiera en una ciudad dormitorio de Madrid)
Los políticos ambiciosos quisieron tener el doble de ciudadanos a quien gobernar e imponer impuestos, así todo crecería gracias al efecto multiplicador. Pero era demasiado y el timo piramidal se hundió, gripó el motor de la confianza. Muchos pisos quedaron a medio terminar. Por ejemplo este hermoso bloque de viviendas multicolor.





Este edificio, sin acabar desde hace diez o quince años ¿Para qué, Para quién? ha sufrido no pocos vandalismos.
 
 

A su lado hay un solar lleno de escombros y basuras donde el lunes pasado removía un viejo
a la izquierda, en el piso 3ª puede verse un dibujo urbano en la pared
 





ESO SÍ ESTÁ RODEADO DE CALLES, CARRETERAS, ACERAS, FAROLAS, ESPACIOS PARA APARCAR, (INCLUSO PARA QUE APARQUEN LOS MINUSVÁLIDOS) QUE NADIE USARÁ NUNCA PARA NADA Y QUE LA NATURALEZA (VER ZARZAS) TARDARÁ SIGLOS EN RECUPERAR.


Las cajas de ahorros ejecutaron los avales y la mayoría de los empresarios de la construcción se hundieron. Pero como estas entidades bancarias habían financiado de más, la ejecución de los avales y la recuperación de los pisos que nadie quería y cuyo precio no hacía más que caer, no era suficiente y  se pusieron en números rojísimos. Entonces el gobierno español y el gobierno europeo tuvieron que "rescatar" a gran parte de las cajas de ahorros españolas recién privatizadas, para que no cayéramos en un espantoso corralito:  43 mil millones de euros,
¿Dónde está ese dinero? ya los habéis visto, muchos lugares de España destruyeron así sus alrededores y enterraron otras posibilidades de haber gastado estos esfuerzos. Del daño natural mejor no hablar. No se lo llevó casi nadie, algunos banqueros cobraron indemnizaciones millonarias, algunos comisionistas cobraron por mediar, algunos ferrallístas o gruístas o hormigoneros cobraron mucho más por sus servicios, pero no robaron descaradamente, la mayoría está ahí ocupando terreno natural, pero los abulenses no lo pasean: da vergüenza ¿No? y pocos parecen reflexionar ya sobre la locura que fue aquello. Los políticos cambiaron, se jubilaron, se fueron al senado, los interventores, los planificadores, los urbanistas... cobraron sus sueldos, y que yo sepa ninguno ha ido a la cárcel y nadie les avergüenza la cara. Claro... entonces en España se construía "cuatro veces más que en toda Europa" "estábamos en la Champions Ligue de la economía".
Aquí están estos lodos.
Por cierto, también,  algún día, no sé si la gente lo ha calculado, la Seguridad Social española  tendrá que pagar la parte de jubilación devengada por los ecuatorianos, rumanos, búlgaros y marroquíes que  trabajaron legalmente esos años de espuma levantando estos despropósitos, y que ya se tuvieron que volver a sus países.


Lo más triste de mi paseo fue ver un piso terminado que nunca fue hogar. Tenía cristales de Climalit, rellenos de un gas que aísla tanto acústicamente como térmicamente, ascensores, baños montados, tarima flotante, hermosas vistas, baños y griferías.... todo nuevo, preparado para amueblar y entrar a vivir. Esta es la secuencia, más o menos, paso a paso, de mi visita a un "piso piloto" de  un edificio "terminado" donde me colé a fotografiar.







Es una quemadura, pero también había cagadas humanas, (que os ahorro) y de pájaro. Pero sigamos:
 
 





 tenían instalados armarios empotrados, las puertas seguramente se las han llevado los vándalos.

 Solo subí al primer piso pero los otros tres o cuatro seguramente estarán así, esperando ¿qué?



di la vuelta y miré hacia afuera. Las barbas de los climalit  me dejaban este marco incomparable de un patio donde nunca jugarán niños, ni se pondrán veladores vecinales para tomarse un "gin tonic" disfrutando de este paisaje frustrado.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario