Dicen que nuestro próximo jefe de gobierno será la actual
vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, que contará para septiembre con el
apoyo de Ciudadanos y las estrictamente
necesarias abstenciones “con la nariz tapada” del PSOE. Por eso en esta campaña no habrían
puesto la cara de Rajoy en los carteles del PP. Con esta estúpida y cara
maniobra, el gallego se queda a gusto siendo el más votado, porque gracias a la alianza de Podemos- IU va a subir en
escaños, y se apartará, dejando el camino expedito a que tengamos gobierno.
Pero no es la mejor idea, España.
José Mota puede ser el
hombre de tu vida. Yo creo que después de bastantes años ya conocemos la
verdadera cara del hombre de las mil y nos gusta; nos encanta su naturalidad y
el que valorice el ser buena persona. Ya
lo era el tío de la vara, con su cívico quijotismo. Nos identificamos con su
histrionismo urbano y nos convence personalmente. También nos convence de
vicepresidenta Malena Alterio, solterona amargada a la caza de seguridad. Es
una supercómica que encaja perfectamente con el hipersupercómico. Tan bien o
mejor que encajó son su habitual partenaire, Fernando Tejero. Los acompañantes
están muy bien, singularmente el cura, que también es tan bueno que parece publicidad
subliminal para que señalemos la "x" en la casilla de la iglesia en la
declaración de la renta.
Como reparo al planteamiento es que seguramente no sale bien
parado el género mujer, a quienes este hombre bueno arregla la vida. No sé si
habrá por este lado, rechazo que merme significativamente la audiencia.
A mí me encanta porque encuentra rendimiento a la bondad,
por eso es mejor que la otra serie española de grandes guionistas que hay “La
que se avecina”, que juega a las bajas
pasiones y a los tacos. Viva la sana alegría de vivir. Viva la gracia. Queremos
gente así y la necesitaríamos, sobre todo en lo más alto de la política.
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