Hace tiempo que la mayoría de los intérpretes musicales vienen ofreciendo con regularidad versiones de coplas, boleros, tangos, homenajes a los Beatles, a Serrat, o refritos de sus éxitos pasados. A pesar de lo mucho que se produce, hay relativamente poco nuevo bajo el sol; esa impresión tengo yo.
Y pensaba que sería porque estas personas no deseaban "gastarse" sus creaciones en está época donde todo se piratea en minutos. Algo de esto puede haber: que dé mas pereza el componer, temor en jugársela con una nueva idea, y deseos de conservar la creación original como un tesoro que rentabilizar debidamente algún día; cuando se reconozcan y remuneren los derechos debidamente.
Aunque a la época del pirateo no se le ve el final.
http://guerracivilenlas5villasdeavila.blogspot.com.es/2016/06/asfixiando-musas.html
Entonces, mi anterior artículo me ha sugerido ¿y si lo que sucede es que los creadores están entretenidos, carcomidos por lo que el resto de la sociedad, por la Internet?
Perdiendo el tiempo, jugando, observando cosas de su pueblo, o de antiguas amistades, o mirándose al ombligo de las opiniones.
¡Ay! que también un autor puede leer muchas más críticas que antes. Ahora yo mismo puedo entretener y mediatizar (tan mala para el creador es la alabanza como el que desnuden y escarnezcan lo negativo de su obra) Antes eran tres o cuatro personas, (o diez o doce) los que podían hacer eso. Hoy puede hacerlo cualquiera.
Pero existen otras maneras de empobrecerse: supongamos que un creador tiene una buena idea, literaria por ejemplo, y busca documentación ¿dónde si no? pero Internet te va llevando por donde quiere, ya no vas tu solo, te ponen enlaces, esos cantos de sirena estropean la originalidad, pueden aportar inspiración común, pero castrarán la inspiración propia.
Alguien me podrá contraargumentar diciendo, que antes un escritor tenía unos cuantos libros y una enciclopedia para inspirarse, pero ahora hay miles.
Claro que hay casi infinitas variedades en la red. Uno podría explorar otro enlace que le llevara a otros enlaces y sugerencias; sí, pero habrían muerto las vías, casi absolutamente propias, que transitaron Neruda o Poe o Calderón.
Menos mal que la gente lo suele tener en "silencio" pero a veces nos damos cuenta de cuánto le suena a alguna gente el silbidito del guasap, y todo eso hay que leerlo y una parte, contestarlo.
Si internet,sus pompas y vanidades son adictivas (que lo son generalmente) asfixian musas. Estoy seguro de que todos los creadores están perdiendo excelencia.
miércoles, 29 de junio de 2016
lunes, 27 de junio de 2016
FANTASÍAS TAURINAS.
Hace unos cuantos
artículos reflexioné sobre la manera de asesinar a sangre fría en la guerra
civil.http://guerracivilenlas5villasdeavila.blogspot.com.es/2016/03/el-oficio-de-matar.html He encontrado por doquier muy floridos relatos de lo contrario: absurdas
recreaciones y prolongaciones ceremoniales de los asesinatos. Yo mismo, en la investigación sobre el Barranco de las Cinco Villas, he oído y leído narraciones muy floreadas de testimonios que no es verosímil creer ni saber de dónde pudieron salir.
Ya dije que no lo suelo dar crédito, porque si
fuera así casi todos los matarifes serían personas imaginativas, con mucho
tiempo que perder, y por último, bastante lenguaraces a la hora de delatar su
perversión.
Vamos a usar el sentido común.
He leído con interés la Causa General.
Contiene colección de relatos sin contrastar, que no dudo que tienen su parte
de verdad, pero fundamentalmente se ha abonado esa parte de narrativa
arrojadiza contra la brutalidad del bando contrario. Todo se adorna con
detalles escabrosos como si el simple hecho de matar de la manera más rápida y
efectiva no fuera crimen suficiente.
Algo muy repetido es sacar los ojos y también quemar con gasolina.
Creo que no debe ser muy sencillo sacar los ojos, porque
yo, cuando compro conejo y aprovecho la cabeza para cocerla y que dé gusto a
las patatas, quito los globos oculares con un cuchillo porque me parece que poco aportan al caldo y me “da cosa” verlos. No
es fácil la operación, pero en la guerra a decenas de víctimas asesinadas supuestamente se
les saca estando vivos, supongo que alguien les sujetaría y otro con un cuchillo haría palanca. Pensemos que no es fácil ejecutar esa faena independientemente del odio que se tenga.
La gasolina, según estos relatos debía ser algo que en el
bando republicano corriera con abundancia. De manera que el despilfarro importara poco. Cuando fue todo lo contrario: quien
tenía gasolina espuertas y a crédito de la Texaco , fue, desde muy pronto, el bando sublevado
de Franco
Pero hoy pretendo
hacer hincapié en los relatos del mundo
de los toros.
Todo lo que aparece en cursiva está recogido en el libro Causa General.
Todo lo que aparece en cursiva está recogido en el libro Causa General.
Relata que los miembros de la «checa»
comentaban los martirios con regocijo, diciendo cada vez que se aplicaban a un
detenido tales malos tratos, «que había habido corrida de toros» Página 94
Don Antonio Díaz del Moral, vecino de
Ciempozuelos, fué detenido por el Comité de Investigación de la referida
localidad, y el 1 .° de octubre de 1936 fué sacado de la cárcel y conducido al
Comité del pueblo, donde sufrió toda clase de insultos y vejaciones y llevado luego
al embarcadero de reses bravas de D . Joaquín López de Letona; después de
llenar de fango al detenido en una acequia de riego, lo ataron con una soga por
debajo de los brazos, colgándolo de uno de los chiqueros de los toros, donde el
Sr . Díaz del Moral fué corneado por la res allí encerrada, y cuando los criminales
se cansaron de esta escena, le fueron cortadas las orejas a la víctima por un
individuo llamado Primo García Hernández ; seguidamente el Sr. Díaz del Moral
fué atado a la parte trasera de un automóvil, que lo condujo, arrastrándolo, hasta
un olivar sito en la vega, donde los milicianos lo colgaron de un árbol y lo
remataron a tiros ; el cadáver, que presentaba múltiples heridas por asta de
toro, arma blanca y de fuego, fué hallado en el referido olivar, próximo a la
carretera de San Martín de la Vega (Causa General pag 61)
Casi todo el mundo en España sabe, -parece que
los inventores de estas historias no-, que el toro de lidia es algo miope y
solo embiste a lo que se mueve. Es la esencia del toreo: mover el engaño y
quedarse quieto, -como lo está alguien atado-; el animal entonces pasa muy
cerca siguiendo el movimiento y no toca a la persona.
Supongamos que fuera cierto que la víctima se
movió o fue movido y hubiera sido corneado. Son heridas que teóricamente sangran
mucho, normalmente mortales de necesidad ¿Tiene sentido continuar matando con
tanta parafernalia a este pobre señor
Antonio? Pues aquí parece que ya veníamos un desagradable previo: comenzaron por
llenarle de fango, luego le transportan, andando o en camión, la acequia no puede estar lado del embarcadero de reses bravas. Entonces le atan: necesariamente
tienen que mancharse de
fango. ¡Qué asesinos rojos más estúpidos! A continuación realizan la, para mí, complicada
cuestión de atarle y ¡¿moverle?! a distancia para que el toro le embista. Después
le cortan las orejas (nos está faltando una vuelta a un ruedo con los trofeos
en la mano) Como aún está vivo seguidamente lo arrastran con un coche y aún sobrevive (tiene más
vidas que el célebre Rasputín) por último, lo atan a un árbol, (se vuelven a
pringar de su sangre, ¡qué asesinos mas sucios!) y le rematan a tiros. La
victima debió agradecer el final.
Y ¿Qué forense o persona fue al olivar a
examinar el cadáver enfangado y con múltiples destrozos para distinguir y
constatar todas las diferentes clases de heridas?
Pues este mismo relato, cambiando la parte taurina por darle de beber gasolina, supuestamente se lo hicieron al “mi“ cura de Mombeltrán, Damián Gómez.
En el pueblo de Torrenueva (Ciudad Real) Maximiliano
Vivar Barriga fué muerto a palos en la
Checa y traspasado su cadáver repetidas veces con un estoque.
(Página 71)
Un estoque es una espada algo curva pensada para
ensartarla en el toro cuando embiste. Los estoques solo los tienen los toreros.
Están diseñados para entrar en el “hoyo
de las agujas” y tienen filo a ambos lados para causar las mayores hemorragias
cuando el astado se mueva con ello dentro. No tiene sentido, ni lucimiento alguno,
emplear un arma como esta para atravesar un cadáver. Pero ¿ilustra?
A un hombre de Santa Cruz del Valle
que realmente murió en la pequeña batalla de Huecas (Madrid) le atribuían haber sido toreado y banderilleado en la plaza de toros de Talavera dela Reina. Si fue así, que
no lo creo, haberle capturado y llevárselo varias decenas de kilómetros atrás para que proporcionara el
dudoso espectáculo en tan afamado coso, debía contar con la razonable confianza
en que el hombre no se negaría a ser activo en el espectáculo; porque nadie
embiste para que otros se rían, vamos a
suponer que accede amenazado por unos fusiles, ¡qué antiestético! Pero nadie,
ni amenazado por fusiles, nadie se deja banderillear, son unos arpones considerables
los que tienen las banderillas. Después con las banderillas ¿cómo creerse que
“entraría” a que le estoquearan? A una muerte segura, no creo que nadie se
preste a eso. Pues bien, en España no había banderillas ni estoques bastantes
en todos los pueblos para banderillear a todos los que supuestamente lo fueron
en ambos bandos.
que realmente murió en la pequeña batalla de Huecas (Madrid) le atribuían haber sido toreado y banderilleado en la plaza de toros de Talavera de
viernes, 24 de junio de 2016
AHORA ES EL MOMENTO, BRASIL
Uno, como
europeo, se siente esta mañana consternado por el divorcio británico. Pero yo
no tengo una empresa de exportación de vino, ni de lechugas y tomates, ni, por
otro lado, tampoco una academia de inglés.
Pero bueno,
todo se minimizará, se puenteará, se harán baypass lampedusianos para evitar el
infarto general. Aunque de las conversaciones mañaneras de este día de San Juan
no se nos va una sensación apocalíptica y eso es mundial, estoy seguro.
Ahora tiene
que aprovechar el gobierno brasileño para decir que no puede. Que no va a
acabar el metro, que no puede terminar los estadios, que la seguridad, la
sanidad y los mosquitos están descontrolados y que para que naufrague el
trasatlántico en el mar, que se quede varado sin salir. Que cancela los juegos
olímpicos.
Porque unas
olimpiadas son un escaparate de promoción para el país y que ahora se chafen
será un gran dispendio y desprestigio, pero que consumen una catástrofe
organizativa, con toda la prensa mundial con el foco allí, puede ser mucho
peor.
Y hoy es el
momento, se aprovecha esta coyuntura para anunciar que este año tampoco hay
juegos olímpicos y se sale del paso de matute acompañados con el desastre
inglés, con el menor daño a la imagen de los brasileños.
Cuentan que
uno de mi pueblo que, tres días antes de cantar misa dio la espantá, dijo a un
amigo:
Me da
ganas de coger un cuchillo y de calvárselo en las tripas a la burra de mi
padre. Por lo menos así dejarán de hablar de esto otro.
Pues eso,
brasileños, hoy es el momento de declararlo.
lunes, 20 de junio de 2016
La propiedad informática.
En mi trabajo en una oficina judicial asisto a algunas "tomas de posesión" en las que en nombre del Juez de 1ª instancia le entregamos una casa a un banco o le devolvemos la casa a un arrendador a quien han dejado de pagar.
Lo primero que hace un propietario es cambiar la cerradura, así se garantiza que solo él podrá entrar. En la informática (si está conectada) no es así, al menos si se tiene Windows. Compramos en mi familia un ordenador el año pasado que tenía instalado el Windows 7: lo pagábamos junto al aparato.
No estamos insatisfechos con su funcionamiento, pero ahora la empresa nos quiere cambiar a Windows 10, -todo el mundo dice que con este sistema los ordenadores están más controlados y que van peor, nosotros no queremos cambiar. Pero ahí está sugiriéndonolo cada vez que nos enchufamos o desencufamos. ¿Quien es el propietario de mi ordenador? ¿Quién tiene la llave?
Es imposible para personas corrientes escapar a la presión del verdadero dueño de nuestro ordenador, que es el señor Windows, como dice el viejo chiste: date por jodida.(1)
Realmente ellos tienen la sartén, el mango y el aceite; y yo no puedo comerme crudo el filete. Si te quieren mostrar algo que no quieres ver te lo meterán, y al final dirás venga sí, acepto, dejadme en paz. Aunque no sé por qué tanto dibujo: también pueden decir sí por ellos mismos. Seguro que además se lo he consentido eso en uno de los "contratos" que te ponen al principio y que te dicen que leas, pero solamente vas hasta el final y dices Sí, acepto, porque tienes prisa por estrenar lo que has comprado.
Como magistralmente escribió y leyó Cortázar de un humilde reloj de cuerda tu eres el regalado; a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj. https://www.youtube.com/watch?v=oxMZ129dnt8
Es imposible cortar esto a no ser que uno se lo haga a sí mismo; pero esto de la informática es muy distinto al huerto que me compré donde recoger mi fruta y cultivarme mis hortalizas, allí siembro o planto lo que quiero y donde quiero, y he levantado una pared y mandado hacer una puerta en la que, si quiero, puedo poner mi candado. Pero mi ordenador no sé si tiene puertas y dudo que yo supiera cerrarlas.
Imaginemos que alguien decide entrar y borrarme todo lo que tengo. Se puede hacer ¿dónde está la policía que puede entender que eso haya sucedido?. ¿Cómo se denuncia y se demuestra que no lo he hecho yo sino, ellos si ellos tienen la sartén, el mango y el aceite?
Esperemos que alguien sabio y justo esté al mando, ¿quién es? ¿Acaso no estará en Estados Unidos? porque lo que tengo claro es que yo no mando en el ordenador que me compré más que si no lo uso, o lo destruyo.
(1) EL VIEJO CHISTE DICE ASÍ
Llegó en tren a un pueblo aragonés un sacerdote nuevo y fue a buscarle a la estación con el carro para llevarle el equipaje, un joven llamado Juanico.
Subidos al carro, el cura ofreció un cigarrillo de su pitillera a Juanico, que aceptó, pero se prendó de ella:
-¡Qué bonita pitillera!, me la tiene usted que regalar -dijo el mozo-
-No se la regalo, la tengo en mucho aprecio, además es cara -respondió el cura-.
-No, mire aquí es la costumbre hacer un regalo a quien le va a recibir y carga con su equipaje como he hecho yo.
-Pues me bajo de su carro que yo no le he pedido que venga.
-No, pues usted me la tiene que regalar porque bla, bla , bla, (el chiste puede hacerse un poco más largo)
Total: que después de tanta insistencia el cura le regaló la pitillera.
Días después se encontraba el cura confesando y entró una joven feligresa.
Mire señor cura; yo no quiero pecar contra el sexto mandamiento y además quiero mantenerme virgen hasta el matrimonio. Pero mi novio insiste en tocarme y quererme llevar "al huerto"
Pues hija, sé fuerte. Acuérdate de la santísima Virgen maría y de todas las santas que resistieron grandes acosos y tentaciones.
Sí, padre, pero es que mi novio es muy pesado.
¿Cómo se llama tu novio? le preguntó el confesor
-Juanico, señor cura.
Pues ... date por jodida
Lo primero que hace un propietario es cambiar la cerradura, así se garantiza que solo él podrá entrar. En la informática (si está conectada) no es así, al menos si se tiene Windows. Compramos en mi familia un ordenador el año pasado que tenía instalado el Windows 7: lo pagábamos junto al aparato.
No estamos insatisfechos con su funcionamiento, pero ahora la empresa nos quiere cambiar a Windows 10, -todo el mundo dice que con este sistema los ordenadores están más controlados y que van peor, nosotros no queremos cambiar. Pero ahí está sugiriéndonolo cada vez que nos enchufamos o desencufamos. ¿Quien es el propietario de mi ordenador? ¿Quién tiene la llave?
Es imposible para personas corrientes escapar a la presión del verdadero dueño de nuestro ordenador, que es el señor Windows, como dice el viejo chiste: date por jodida.(1)
Realmente ellos tienen la sartén, el mango y el aceite; y yo no puedo comerme crudo el filete. Si te quieren mostrar algo que no quieres ver te lo meterán, y al final dirás venga sí, acepto, dejadme en paz. Aunque no sé por qué tanto dibujo: también pueden decir sí por ellos mismos. Seguro que además se lo he consentido eso en uno de los "contratos" que te ponen al principio y que te dicen que leas, pero solamente vas hasta el final y dices Sí, acepto, porque tienes prisa por estrenar lo que has comprado.
Como magistralmente escribió y leyó Cortázar de un humilde reloj de cuerda tu eres el regalado; a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj. https://www.youtube.com/watch?v=oxMZ129dnt8
Es imposible cortar esto a no ser que uno se lo haga a sí mismo; pero esto de la informática es muy distinto al huerto que me compré donde recoger mi fruta y cultivarme mis hortalizas, allí siembro o planto lo que quiero y donde quiero, y he levantado una pared y mandado hacer una puerta en la que, si quiero, puedo poner mi candado. Pero mi ordenador no sé si tiene puertas y dudo que yo supiera cerrarlas.
Imaginemos que alguien decide entrar y borrarme todo lo que tengo. Se puede hacer ¿dónde está la policía que puede entender que eso haya sucedido?. ¿Cómo se denuncia y se demuestra que no lo he hecho yo sino, ellos si ellos tienen la sartén, el mango y el aceite?
Esperemos que alguien sabio y justo esté al mando, ¿quién es? ¿Acaso no estará en Estados Unidos? porque lo que tengo claro es que yo no mando en el ordenador que me compré más que si no lo uso, o lo destruyo.
(1) EL VIEJO CHISTE DICE ASÍ
Llegó en tren a un pueblo aragonés un sacerdote nuevo y fue a buscarle a la estación con el carro para llevarle el equipaje, un joven llamado Juanico.
Subidos al carro, el cura ofreció un cigarrillo de su pitillera a Juanico, que aceptó, pero se prendó de ella:
-¡Qué bonita pitillera!, me la tiene usted que regalar -dijo el mozo-
-No se la regalo, la tengo en mucho aprecio, además es cara -respondió el cura-.
-No, mire aquí es la costumbre hacer un regalo a quien le va a recibir y carga con su equipaje como he hecho yo.
-Pues me bajo de su carro que yo no le he pedido que venga.
-No, pues usted me la tiene que regalar porque bla, bla , bla, (el chiste puede hacerse un poco más largo)
Total: que después de tanta insistencia el cura le regaló la pitillera.
Días después se encontraba el cura confesando y entró una joven feligresa.
Mire señor cura; yo no quiero pecar contra el sexto mandamiento y además quiero mantenerme virgen hasta el matrimonio. Pero mi novio insiste en tocarme y quererme llevar "al huerto"
Pues hija, sé fuerte. Acuérdate de la santísima Virgen maría y de todas las santas que resistieron grandes acosos y tentaciones.
Sí, padre, pero es que mi novio es muy pesado.
¿Cómo se llama tu novio? le preguntó el confesor
-Juanico, señor cura.
Pues ... date por jodida
viernes, 17 de junio de 2016
JOSÉ MOTA, PRESIDENTE
Dicen que nuestro próximo jefe de gobierno será la actual
vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, que contará para septiembre con el
apoyo de Ciudadanos y las estrictamente
necesarias abstenciones “con la nariz tapada” del PSOE. Por eso en esta campaña no habrían
puesto la cara de Rajoy en los carteles del PP. Con esta estúpida y cara
maniobra, el gallego se queda a gusto siendo el más votado, porque gracias a la alianza de Podemos- IU va a subir en
escaños, y se apartará, dejando el camino expedito a que tengamos gobierno.
Pero no es la mejor idea, España.
José Mota puede ser el
hombre de tu vida. Yo creo que después de bastantes años ya conocemos la
verdadera cara del hombre de las mil y nos gusta; nos encanta su naturalidad y
el que valorice el ser buena persona. Ya
lo era el tío de la vara, con su cívico quijotismo. Nos identificamos con su
histrionismo urbano y nos convence personalmente. También nos convence de
vicepresidenta Malena Alterio, solterona amargada a la caza de seguridad. Es
una supercómica que encaja perfectamente con el hipersupercómico. Tan bien o
mejor que encajó son su habitual partenaire, Fernando Tejero. Los acompañantes
están muy bien, singularmente el cura, que también es tan bueno que parece publicidad
subliminal para que señalemos la "x" en la casilla de la iglesia en la
declaración de la renta.
Como reparo al planteamiento es que seguramente no sale bien
parado el género mujer, a quienes este hombre bueno arregla la vida. No sé si
habrá por este lado, rechazo que merme significativamente la audiencia.
A mí me encanta porque encuentra rendimiento a la bondad,
por eso es mejor que la otra serie española de grandes guionistas que hay “La
que se avecina”, que juega a las bajas
pasiones y a los tacos. Viva la sana alegría de vivir. Viva la gracia. Queremos
gente así y la necesitaríamos, sobre todo en lo más alto de la política.
lunes, 13 de junio de 2016
¡Las armas las carga el Diablo, estúpidos!
No he vivido en un país enorme donde mis antepasados ocuparan el espacio a base de matar indios "salvajes". Quizá por eso no comprenda esa mentalidad de rancho rodeado de indios o forajidos.
Pero esa "libertad" de comprarse armas va a ser muy nefasta el siglo XXI.
En estos siglos de matanzas cibernéticas y cinematográficas, hay y habrá mucho "héroe", o resentido por cualquier causa, dispuesto a batir records, incluso a morir matando; porque estos asesinos ya no matan gente, sino, gracias a estás armas automáticas, números. Parecen ignorar que solo hay una vida, solo una salud; y familiares y amigos quebrados para siempre.
No se le puede dejar a la gente libre acceso a las máquinas de matar: va a correr mucha sangre y, casi toda, inocente.
Me duelen mucho esos 50 muertos de Orlando, gente que quería ser libre de vivir. Hoy también me duele el triste dolor recordatorio de decenas de madres noruegas y francesas, belgas, irakies, sirias... Creo que todas las madres, incluso la mía, que no ha sufrido estas horribles tragedias, están muy dolidas hoy.
Hoy me alegro de vivir en un país viejo y escarmentado, por el terrorismo que hemos sufrido hasta hace poco tiempo, y por la guerra civil en la que hace 80 años se armó al pueblo causando tantos asesinatos en la retaguardia.
Si alguien quiere matarme, o matar a la gente que quiero, no le será tan fácil,
Alguna sabiduría teníamos que tener. Lo siento.
Pero esa "libertad" de comprarse armas va a ser muy nefasta el siglo XXI.
En estos siglos de matanzas cibernéticas y cinematográficas, hay y habrá mucho "héroe", o resentido por cualquier causa, dispuesto a batir records, incluso a morir matando; porque estos asesinos ya no matan gente, sino, gracias a estás armas automáticas, números. Parecen ignorar que solo hay una vida, solo una salud; y familiares y amigos quebrados para siempre.
No se le puede dejar a la gente libre acceso a las máquinas de matar: va a correr mucha sangre y, casi toda, inocente.
Me duelen mucho esos 50 muertos de Orlando, gente que quería ser libre de vivir. Hoy también me duele el triste dolor recordatorio de decenas de madres noruegas y francesas, belgas, irakies, sirias... Creo que todas las madres, incluso la mía, que no ha sufrido estas horribles tragedias, están muy dolidas hoy.
Hoy me alegro de vivir en un país viejo y escarmentado, por el terrorismo que hemos sufrido hasta hace poco tiempo, y por la guerra civil en la que hace 80 años se armó al pueblo causando tantos asesinatos en la retaguardia.
Si alguien quiere matarme, o matar a la gente que quiero, no le será tan fácil,
Alguna sabiduría teníamos que tener. Lo siento.
jueves, 9 de junio de 2016
Brexit
No tengo mucha opinión sobre esta historia. En París y en Roma, aparte de sentirme en París y en Roma, me he sentido en Europa. No creo que este año visitemos por primera vez Londres, así que seguiré sin tener opinión sobre ese sentimiento.
Me molesta la gente que se aparta, que no empuja, aquellos que que se quieren creer "más especiales" que los demás. Porque son especiales, se lo reconozco, pero como a un Murciano, o un Bávaro, o un Sueco, lo que sucede es que ellos necesitan hacerlo notar.
Si Europa no se estuviera empequeñeciendo tanto en el mundo me gustaría que "se fueran". Y me gustaría más que el inglés dejara de ser la lengua dominante en la Unión Europea. Pero ya nos la tienen bien bien metida. Estaría genial que recuperáramos el Latín, pero eso son sueños. Aunque si en los años 60 no hubieran estado ellos hubiera podido suceder esa maravilla de (re)construcción europea. Pero se metieron, y además, para estar siempre chinchando.
Amo a los Beatles, a Haendel, a Delius, a Elgar, y creo que me emocionaré con su historia, parecido a lo que me sucedió en París y en Roma. Pero si me lo ponen difícil, y teniendo en cuenta lo poco que me gusta volar, puede que nos quedemos con las ganas de acercarnos por allí a quererles más.
Me molesta la gente que se aparta, que no empuja, aquellos que que se quieren creer "más especiales" que los demás. Porque son especiales, se lo reconozco, pero como a un Murciano, o un Bávaro, o un Sueco, lo que sucede es que ellos necesitan hacerlo notar.
Si Europa no se estuviera empequeñeciendo tanto en el mundo me gustaría que "se fueran". Y me gustaría más que el inglés dejara de ser la lengua dominante en la Unión Europea. Pero ya nos la tienen bien bien metida. Estaría genial que recuperáramos el Latín, pero eso son sueños. Aunque si en los años 60 no hubieran estado ellos hubiera podido suceder esa maravilla de (re)construcción europea. Pero se metieron, y además, para estar siempre chinchando.
Amo a los Beatles, a Haendel, a Delius, a Elgar, y creo que me emocionaré con su historia, parecido a lo que me sucedió en París y en Roma. Pero si me lo ponen difícil, y teniendo en cuenta lo poco que me gusta volar, puede que nos quedemos con las ganas de acercarnos por allí a quererles más.
martes, 7 de junio de 2016
¿Asfixiando musas?
La primera prueba de una inteligencia ordenada, en mi opinión, es poder detenerse y demorar consigo misma
Esta opinión es de Séneca -y mía-.
Si hay algo imprescindible para hacer música es el silencio. El saber humano progresó porque había vacíos en la diversión. Newton no estaba en un baile, ni charlando, cuando concibió sus teorías, Cervantes comenzó el Quijote en la soledad de la celda de una cárcel donde toda incomodidad tiene su asiento. Para cualquier acto creativo es necesario construir un nido en un lugar tranquilo y apartado, con tiempo y paciencia para armarlo, y soledad para desovar y después empollar.
A lo largo de la historia quisimos ávidamente aprender porque no se nos daba casi todo sabido. Hoy podemos pulsar el teclado o el ratón y enterarnos de lo que queramos, abrir nuestro correo de novedades, consultar la última noticia, excitar una conversación, buscar cualquier juego, solucionar cualquier duda, hasta animarnos con cualquier cuerpo de actriz. Casi todo lo que se hizo puede salir por esta pantalla.
Tenemos barra libre con todo el entretenimiento que podamos querer.
Para hacer algo propio necesitamos aislarnos, alejarnos del mundanal ruido, volver a explorar las senda de los pocos sabios que han sido. (No voy a molestarme en buscar en Internet la poesía de Fray Luis de León, conformaos con mi memoria. Sé que me distraería si entro por allí.)
Me inquieta lo común que veo a mi alrededor, no solo en mi hija y en la gente de su edad. Mi hija me asusta: necesita estar conectada, cuando come o cena no solo exige Internet, suele tener la televisión puesta. Por las tardes estudia con el telefonillo y la radio. Es una edad difícil.
.........................
¿Cabe así que las musas aparezcan? Si trataran de hacerlo no tienen qué respirar.
Lo peor ya es el móvil, sus pompas y vanidades infinitas. Y temo que no es una moda pasajera; y si esto es pasajero, es porque otro vendrá, más completo, más adictivo, que bueno le hará.
La creatividad se atasca. Estamos listos: ¿puede acaso el silencio convencer al ruido?
Esta opinión es de Séneca -y mía-.
Si hay algo imprescindible para hacer música es el silencio. El saber humano progresó porque había vacíos en la diversión. Newton no estaba en un baile, ni charlando, cuando concibió sus teorías, Cervantes comenzó el Quijote en la soledad de la celda de una cárcel donde toda incomodidad tiene su asiento. Para cualquier acto creativo es necesario construir un nido en un lugar tranquilo y apartado, con tiempo y paciencia para armarlo, y soledad para desovar y después empollar.
A lo largo de la historia quisimos ávidamente aprender porque no se nos daba casi todo sabido. Hoy podemos pulsar el teclado o el ratón y enterarnos de lo que queramos, abrir nuestro correo de novedades, consultar la última noticia, excitar una conversación, buscar cualquier juego, solucionar cualquier duda, hasta animarnos con cualquier cuerpo de actriz. Casi todo lo que se hizo puede salir por esta pantalla.
Tenemos barra libre con todo el entretenimiento que podamos querer.
Para hacer algo propio necesitamos aislarnos, alejarnos del mundanal ruido, volver a explorar las senda de los pocos sabios que han sido. (No voy a molestarme en buscar en Internet la poesía de Fray Luis de León, conformaos con mi memoria. Sé que me distraería si entro por allí.)
Me inquieta lo común que veo a mi alrededor, no solo en mi hija y en la gente de su edad. Mi hija me asusta: necesita estar conectada, cuando come o cena no solo exige Internet, suele tener la televisión puesta. Por las tardes estudia con el telefonillo y la radio. Es una edad difícil.
.........................
¿Cabe así que las musas aparezcan? Si trataran de hacerlo no tienen qué respirar.
Lo peor ya es el móvil, sus pompas y vanidades infinitas. Y temo que no es una moda pasajera; y si esto es pasajero, es porque otro vendrá, más completo, más adictivo, que bueno le hará.
La creatividad se atasca. Estamos listos: ¿puede acaso el silencio convencer al ruido?
miércoles, 1 de junio de 2016
Jorge Volpi una cabeza literaria bien amueblada.
La mayoría de mis lectores no sabéis que yo escribí una novela, que en el último lustro del siglo XX me urgía redimirme social y económicamente, triunfando en un concurso y hablando en la radio y en la televisión de mi obra. Antes fui con el coche a Madrid a comprarme un ordenador y la impresora más barata: una Epson de agujas sin alimentador, que imprimía lentamente y con un endiablado ruido.
Con ellos iba a escribir e imprimir mi novela redentora. Me puse a ello. El objetivo era el premio Nadal de 1998.
A la vez que la escribía, contestaba mentalmente a las entrevistas que me harían relacionándome con tan señera fecha y los grandes autores vinculados a ella. Traté de documentarme buscando aspectos cultos que la enriquecieran para que no fuera todo sentimiento y "alta" literatura. Pero dejé de leer otras cosas "que me distrajeran" para no perderme. Este aislamiento fue una funesta burbuja, si uno no tiene mucho criterio está bien regarse periódicamente con los resultados de lo que otros han hecho.
Después de imprimir y mandar fotocopiar los cinco ejemplares reglamentarios. introducir el sobre lacrado con su correspondiente plica, e ir a Correos a enviar el paquete, me puse a esperar y a soñar en una llamada telefónica. Entonces no había teléfonos móviles. Miré el aparato de mi casa tantas veces..., pero nunca sonó. El 6 de enero de 1998 le dieron el premio Nadal a una escritora hoy célebre: Lucía Etxevarría. Inmediatamente leí -aviesamente- su novela anterior para concluir que escribía como un "camionero con tetas" y autosusurrarme que claro: habían encontrado una escritora provocadora para satisfacer a un segmento del mercado. Nunca más he leído nada de esa mujer, a pesar de que abundan sus obras por los suelos que yo compro. Me aplico el capricho rabioso, y seguramente injusto, de prescindir de ella.
Pero no me di por vencido. Para el año siguiente anunciaban la reanudación del premio Biblioteca Breve, cuya última edición era de 1972, y que ganaron en los sesenta Vargas Llosa, Cabrera Infante, Carlos Fuentes...
Para el 99 lo ganaría Mayo Garcinuño. Revisé mi obra y volví a imprimirla, fotocopiarla y enviarla. Cada envío le costaba a los bosques y a mi bolsillo aproximadamente 1.250 folios.
Pero también en los primeros días de 1999 decidí "escaparme de casa" con 34 años. Elegí Zaragoza, donde terminé trabajando en una fábrica de jamones. Allí no tuve tantas esperanzas pero seguí y me enteré por la radio que el premio lo ganó un mejicano, Jorge Volpi, cuatro años más joven que yo, con un currículum amplísimo y que residía en Salamanca donde se doctoraba en filología hispánica. No tuve tiempo de leerle y sí de aborrecerle solo porque había encauzado su vida hacia lo que yo no podía ser ya. "Claro: con ese currículum ¿cómo me lo iban a dar a mí?
No sé cuándo, pero hace bastante tiempo compré su libro a un euro. Al empezar a leerlo hace una semana, enrojecí. Me dio vergüenza retroactiva haber pretendido competir contra un profesional tan limpio, tan concienzudo, tan enjundioso, tan eficaz y elegante en el lenguaje y además, tan capaz de superarme en intensidad y "alta" literatura. El libro contiene además una historia comestible, muy estudiada. Mucha ciencia digerida y regurgitada para satisfacer al lector más exigente, (quizá abusa un pelín). El caso es que yo, aún hoy 18 años más adelante, no me siento capaz de emprender una obra tan ambiciosa.
En busca de Klingsor me ha satisfecho y la recomiendo hasta tal punto que me extraña mucho que este hombre no esté más en boca de todos como uno de los grandes (aunque con los literatos que andan por los 50 años pasa como con los guitarristas: hay muchos y muy buenos por todas partes).
La obra tiene 440 hojas, la mía andaría por las 250. No sé por qué me obstino en seguirlas comparando.
Es muy interesante, se lee muy bien y se aprende mucho con ella. (y yo la buena lección que os cuento)
Con ellos iba a escribir e imprimir mi novela redentora. Me puse a ello. El objetivo era el premio Nadal de 1998.
A la vez que la escribía, contestaba mentalmente a las entrevistas que me harían relacionándome con tan señera fecha y los grandes autores vinculados a ella. Traté de documentarme buscando aspectos cultos que la enriquecieran para que no fuera todo sentimiento y "alta" literatura. Pero dejé de leer otras cosas "que me distrajeran" para no perderme. Este aislamiento fue una funesta burbuja, si uno no tiene mucho criterio está bien regarse periódicamente con los resultados de lo que otros han hecho.
Después de imprimir y mandar fotocopiar los cinco ejemplares reglamentarios. introducir el sobre lacrado con su correspondiente plica, e ir a Correos a enviar el paquete, me puse a esperar y a soñar en una llamada telefónica. Entonces no había teléfonos móviles. Miré el aparato de mi casa tantas veces..., pero nunca sonó. El 6 de enero de 1998 le dieron el premio Nadal a una escritora hoy célebre: Lucía Etxevarría. Inmediatamente leí -aviesamente- su novela anterior para concluir que escribía como un "camionero con tetas" y autosusurrarme que claro: habían encontrado una escritora provocadora para satisfacer a un segmento del mercado. Nunca más he leído nada de esa mujer, a pesar de que abundan sus obras por los suelos que yo compro. Me aplico el capricho rabioso, y seguramente injusto, de prescindir de ella.
Pero no me di por vencido. Para el año siguiente anunciaban la reanudación del premio Biblioteca Breve, cuya última edición era de 1972, y que ganaron en los sesenta Vargas Llosa, Cabrera Infante, Carlos Fuentes...
Para el 99 lo ganaría Mayo Garcinuño. Revisé mi obra y volví a imprimirla, fotocopiarla y enviarla. Cada envío le costaba a los bosques y a mi bolsillo aproximadamente 1.250 folios.
Pero también en los primeros días de 1999 decidí "escaparme de casa" con 34 años. Elegí Zaragoza, donde terminé trabajando en una fábrica de jamones. Allí no tuve tantas esperanzas pero seguí y me enteré por la radio que el premio lo ganó un mejicano, Jorge Volpi, cuatro años más joven que yo, con un currículum amplísimo y que residía en Salamanca donde se doctoraba en filología hispánica. No tuve tiempo de leerle y sí de aborrecerle solo porque había encauzado su vida hacia lo que yo no podía ser ya. "Claro: con ese currículum ¿cómo me lo iban a dar a mí?
No sé cuándo, pero hace bastante tiempo compré su libro a un euro. Al empezar a leerlo hace una semana, enrojecí. Me dio vergüenza retroactiva haber pretendido competir contra un profesional tan limpio, tan concienzudo, tan enjundioso, tan eficaz y elegante en el lenguaje y además, tan capaz de superarme en intensidad y "alta" literatura. El libro contiene además una historia comestible, muy estudiada. Mucha ciencia digerida y regurgitada para satisfacer al lector más exigente, (quizá abusa un pelín). El caso es que yo, aún hoy 18 años más adelante, no me siento capaz de emprender una obra tan ambiciosa.
En busca de Klingsor me ha satisfecho y la recomiendo hasta tal punto que me extraña mucho que este hombre no esté más en boca de todos como uno de los grandes (aunque con los literatos que andan por los 50 años pasa como con los guitarristas: hay muchos y muy buenos por todas partes).
La obra tiene 440 hojas, la mía andaría por las 250. No sé por qué me obstino en seguirlas comparando.
Es muy interesante, se lee muy bien y se aprende mucho con ella. (y yo la buena lección que os cuento)
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