Hoy disfruto de la lectura de "Pilotos de Altura" de Pío Baroja. Tengo una edición escolar con vocabulario en los márgenes y profusión de explicaciones a pie de página. Está contando la historia de marineros vascos que van de puerto en puerto sufriendo aventuras y cambiando de barco tras cada peripecia. En estos momentos se van a enrolar en un barco negrero y, para no dejarlos muy mal, Don Pío ha colado una casuística historia de esta infamia que fue la trata de esclavos, que se trasvasaron de África a América: un continente nuevo y semivacío por desbrozar.
Espeluznantes relatos de las salvajadas que se hacían en esos barcos por unos y por otros. Este lector no comprende cómo pudieron llegar negros vivos al otro lado, con tanto hacinamiento, malos tratos, contagio de enfermedades, escarmientos, piratería, hundimientos... Desde luego una lectura muy adecuada para los jóvenes y para todos los demás.
Eso sucedió; había demandantes y oferentes, los negros cuanto más negros fueran más valían, mujeres jóvenes, cuanto más guapas y sanas mejor. Los oferentes eran reyezuelos de tribus que esclavizaban a sus enemigos o sancionaban conductas apresando y vendiendo súbditos; a cambio les daban aguardiente, armas, pólvora... Los mayores negreros para Baroja eran los franceses, que hacían de intermediarios transportistas. En muchos puertos donde he estado, Burdeos, La Rochelle, Sant Maló... pero la palma se la llevaba Nantes. Ahí en la desembocadura del Loira existe un gran monumento conmemorativo de este criminal comercio que nosotros visitamos hace cuatro o cinco años.
Hace una semana se ha celebrado un histórico partido de baloncesto en el que LeBron James batía el record de anotación de Karim Abdul Jabbar. Hoy reaparece Mbapé el futolista mejor pagado de la historia, hace pocos meses fue enterrado en Las Rozas Pablo Milanés...
Scott Joplin, Louis Amstrong, Oscar Peterson, "Duke" Ellington, Charlie Parker, Wes Montgomery, Miles Davies.... África, los hijos de los reyezuelos que se han quedado en el continente, no han sido capaces de producir un músico de esa talla. Ni deportistas tampoco. Es horrible, pero toda la música sincopada de América del Norte y del Sur alegra el mundo sobre un cimiento de violencia y sangre. Es necesario conocer la historia para no repetirla pero también para asumirla como propia, somos los afortunados que podemos conocerla y hasta disfrutarla, debemos seguir disfrutando los discos de jazz, de salsa, de samba, pero viene bien saber. Y Baroja que escribía muy ameno es de lo más indicado para guiarnos.
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