Yo tuve un conocido que había hecho la "mili" con un jugador del Real Madrid. Antes el servicio militar lo tenía que hacer todo el mundo, aunque hubiera clases, por ejemplo: los universitarios podían prepararse y hacerlo como alférez o teniente en dos veranos (así evitaban mezclarse con la chusma) pero también había clases, enchufados, que o les liberaban por razones médicas o les daban destinos en los que no tuvieran que mezclarse. Pero eran excepciones; había muchos ricos, famosos y privilegiados que tenían forzosamente que compartir anhelos, miedos, sinsabores, arbitrariedades: la vida en suma, con otros españolitos al azar. Y estos luego lo contaban.
Yo mismo creo que habré escrito aquí que coincidí en una revisión médica con el hijo de un importante director de orquesta. Aunque el capitán médico a él le trató como a un conocido y le liberó del servicio y a mí me mandó a esperar otros dos años más.
Desaparecida la mili, ya no quedaba ningún lugar donde los ricos y los pobres tuvieran que mezclarse. Los ricos pueden elegir hospitales privados para que nazcan sus hijos, hasta funerarias de lujo hay para quien quiera algo exclusivo. Tan solo compartimos la carretera, y la necesidad de parar en un atasco o tras un accidente.
Me ha venido ahora a la cabeza la cola de las vacunas. Ha habido gente que se la ha saltado y la sociedad se ha puesto de uñas, pero se me ocurre pensar en que los jugadores del Real Madrid o el Barcelona, políticos, famosos, no van a ser llamados y a hacer la cola con los mortales corrientes, algo inventarán para que no nos vacunemos junto a ellos. No se me ocurre cómo, pero estoy casi seguro de que ningún madrileño ni barcelonés podrá presumir de haberse vacunado antes o detrás de...
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