estación de tren de Limoges. A mí me recuerda a una tortuga con el cuello estirado. Nosotros, como vamos sin hotel contratado, siempre terminamos buscando las estaciones de tren para empezar a buscar hoteles por allí.
También entramos a verlas, aquí está un detalle de la cúpula desde dentro.
y otro detalle de la puerta de "llegadas" ya sabemos que a los franceses les encantan las esculturas.
Hermosa escultura de los caídos limusines en la primera guerra mundial.
La catedral al lado de su jardín botánico, cuyos árboles me sirven para esconder los andamios
Aquí la hermosa fuente en la plaza del ayuntamiento velado por los andamios.
Para que Francia luzca así hay que mantenerla, con trabajo y dinero, no cabe duda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario