martes, 8 de mayo de 2018

¿Hacia la misma guerra civil de siempre?

No sé si nos pasa solo a los españoles; me temo que no, pero nuestra guerra civil es la más famosa,
tanto que nuestro gentilicio podría ser españoles o guerracivileños. No voy a hablar ahora del tópico del centro que agarra y la periferia que se quiere soltar: es falso. Todos los subrayados que nos han hecho desde fuera son muy exagerados: la inquisición no fue de las peores, la conquista de América es mucho más humana que la que hicieron los igleses, la Guardia Civil es un cuerpo policial muy competente, cultivado y democrático...
Pero algo hay de guerracivileño en nosotros.
En este magnífico libro que leo ahora están escritas estas frases La responsabilidad de la guerra nos es común a todos, inclusive a les generaciones venideras si no se eliminan algunas de las circunstancias que hacen posible la estéril violencia. (...) Nadie debe ocultar la mano cuando se apedrean sus semejantes. 

Con motivo de la sentencia de "la manada", que no tiene noventa y tres folios por una cara, (como escribí yo en una entrada anterior), sino que son 186 páginas, a las que hemos de sumar otras 200 del voto particular del magistrado discrepante que pedía la absolución, las mujeres han salido a la calle contra los hombres, y no son ni seis ni sesenta las que directamente vocean una guerra civil de género.
Curioso y terrible: tomar una bandera, sin conocer a la persona, le dicen "yo te creo". ¿Por qué, si no se sabe nada de ella? ¿por qué si el juicio no ha sido público?
Sencillamente porque es una causa y es para muchas un casus beli.
Algún día puede que las estadísticas revelen que en los pasados 15 días se han vendido menos preservativos, y sin embargo, se han producido menos embarazos. Seguramente ha habido poco trato heterosexual. Y no será porque nosotros no hayamos querido, como siempre; sino que ellas están de uñas.
El domingo aprovechando el día de la madre seguí escuchando andanadas.

Ese día, sin embargo, se supo que en un pueblo de Zamora, un muchacho de 16 años quiso violar a una mujer de 32 y terminó matándola a pedradas. Ha habido manifestación en el pueblo de la asesinada, pero en ningún sitio más; no se esperan.
Objetivamente es peor, eso piensa cualquiera, pero, sobre todo, los padres de la zamorana, que tienen a su hija enterrada; frente a los padres de la víctima de la manada, que ni siquiera mereció un parte de lesiones porque no las tuvo.
Pero las guerras civiles siempre son subjetivas, se hacen porque quieren hacerse, es falso eso de que sean inevitables. La guerra civil española contra el género masculino tiene como punto de inflexión esa humillación sufrida subjetivamente por muchas que se han dado aludidas por esas prácticas de sexo en grupo.
Lo bueno del siglo XXI es que no llega la sangre al río y que la actualidad nacional y mundial se renueva cada día. Así que pronto nos libraremos de esa presión.




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