http://cultura.elpais.com/cultura/2016/04/17/actualidad/1460873893_126720.html
Acabo de leer en El País un artículo hagiográfico sobre la chica de Podemos que asaltó la capilla dela Universidad
Complutense de Madrid. No voy a negar que sea lícito. Una
parte fundamental de la cultura, en la que nos columpiamos para gozar de la vida, es la estética, y es casi imprescindible, como las fantasías en la
masturbación.
Acabo de leer en El País un artículo hagiográfico sobre la chica de Podemos que asaltó la capilla de
Uno
puede salvarse históricamente por la estética, aunque la verdad haya sido otra.
Para
evitar las confusiones siempre es preciso reflexionar, profundizar, pisar el
suelo de vez en cuando, pero, sobre todo, al final. Creo que la segunda parte
del Quijote nos enseña mucho sobre todo esto.
Hay
pocas cosas más estéticas que un Kalashnikov; mucho más si se le asocia a “los
movimientos de liberación”. ¿Pero qué es un Kalashnikov?, una máquina de matar
personas de reventar con un proyectil de plomo vasos sanguíneos, hígados,
corazones, cerebros. Esa es la verdad.
Citaré al
inefable Silvio Rodríguez “Canción para mi soldado”.
Si caigo en el
camino
Hagan cantar mi
fusil
Y ensanchen su
destino
Porque no debe
morir
“Cantar mi fusil” bonita música…; y los
espasmos de quien se desangra al final de la bala que ¿No suenan, o es un baile?
La guerra civil española fue algo muy
estético. Tiene buena prensa literaria, está llena de carteles y de canciones, fue
una oportunidad para los aventureros de izquierdas. Y después de la guerra para
el bando triunfador era como un sueño digno y maravilloso, esas películas de postguerra....
En cientos de documentales se reproducen las espectaculares
imágenes de las concentraciones hitlerianas de Nuremberg filmadas
magistralmente por Leni Rifenstal. Eso tiene mala prensa, pero la mejor estética.
Los toros son algo fundamentalmente estético.
Un animal acorralado que embiste y, como es miope, da oportunidad a lances airosos,
porque, además el bruto parece insensible al dolor: “se crece con el castigo” dicen.
Bonitas fotografías y cuadros, pero enseguida un monosabio tapa con un rastrillo
la terminal vomitona de sangre en el albero. Los detractores de la “fiesta” se
ocupan de alumbrar la verdad de las banderillas y la muerte; de ensuciar la estética
con la verdad.
Yo creo que el artículo de Manuel Vicent es
malicioso. La chica fue justamente condenada a una buena multa, pero la simpatía
de este artista por ella parece que la absuelve, que la ensalza ante nosotros. Escribo lo de malicioso porque ha
pasado el momento procesal para las réplicas. Solo alguien que no es nadie,
como yo, puede perder el tiempo en esto.
Pero el que quiera tener opinión que la
tenga. http://guerracivilenlas5villasdeavila.blogspot.com.es/2016/02/yo-no-creo-en-dios.html A mí también me gustan irracionalmente Silvio Rodríguez y Leni
Rifenstal.
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