domingo, 2 de marzo de 2014

A VUELTAS CON LA COMPRAVENTA DEL GUASAP

Yo, que soy socialdemócrata, pienso que no es justo que alguien se enriquezca y se beneficie con el funcionamiento de la sociedad sin pagarle unos impuestos que reviertan en el bienestar de todos. Creo que en eso estamos la mayoría de acuerdo; los matices y las exigencias vienen en cuánto porcentaje se cobra y cómo se gasta. (De esto, que es política pura, ahora no voy a hablar).

Una persona compró hace un par de años el guasap por 39 millones y lo vendió hace un par de semanas por 20.000 millones. Supongo que a la hacienda estadounidense no se le habrá pasado gravar esta plusvalía de 19.961 millones (supongo que estoy hablando en dólares).
Bien para la hacienda norteamericana, (peor sería que la operación engordara un paraíso fiscal y revirtiera menos en los ciudadanos)   pero guasap tiene clientes por todo el mundo, incluida España.
Escuché por la televisión que habían sacado las cuentas y Facebook ha pagado 42 euros por cada cliente actual de guasap. El intermediario inversor ha ganado mucho dinero básicamente vendiéndole sus millones de clientes estadounidenses, españoles, franceses, tailandeses, argentinos..., y el comprador, que no es tonto, habrá calculado recuperar con creces su inversión.
El problema conceptual es que la riqueza que hacemos generar los demás países, no revierte en nuestra sociedad. La empobrece: hay miles de puestos de trabajo que están desapareciendo en nuestros países consumidores, por las nuevas tecnologías. Como internet está en Silicon Valley, o en el éter, no nos dan a cambio ninguna alícuota del rendimiento que hemos generado al vendedor y generaremos a su comprador para pagar sanidad, justicia, educación o policía de los usuarios, (los paganos).
Pero todo ello no sólo no es justo, tampoco es práctico. Si no hay reparto, si se acaba con el empleo, se envía sin paliativos a la pobreza a los consumidores y, en ella, nuestras prioridades serán el pan, el agua, el vestido, el calor... Y despreciaremos las maravillosas comunicaciones telemáticas por baratas que sean. Tampoco daremos beneficio porque no podremos consumir la publicidad que nos adjunte Facebook.
Supongo que hay otros países, que producen materialmente los aparatos que traen esas tecnologías y también los exportadores de energía, que se mantendrán, pero no creo que les sea suficiente a los que hacen estas inversiones.
No sé si alguien piensa unos kilómetros por delante de su inmediato beneficio económico. A mí me da la impresión de que se olvidan de la mayoría de los países. Ojalá todo se ajuste y quepamos todos (o la mayoría), en ese mundo futuro a donde vamos tan velozmente, con o sin conductor.
Yo sólo creo firmemente en mi huerto.


PD Me hice de Facebook y aún no soy de guasap, por eso sé escribir bien una cosa y me limito a transcribir al castellano el sonido de la otra.





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